Alfas y peones (el rol de lo maléfico)

Nuevamente, se vuelven a ver personas, que de por sí, esa etiqueta les queda grande —personas—. Siempre en un grupo de gente se ve siempre a la manzana podrida, ¿por qué pasa o es que la gente se aburre? Yo creo que la gente son malas y envidiosas. Cuando están cerca de uno, sus demonios no pueden hacer frente a la luz que lleva y eso les incomoda mucho. Pues bien, hoy toco ese día y salió el tonto del pueblo y sus enanos. No entiendo como la gente sea tan mala y envidiosa. No entiendo cómo puede existir este tipo de gente con lo fácil que es ser feliz y vivir tranquilos.
No cabe duda que existen y no entiendo cómo se meten en la vida de los demás. Luego tenemos a sus súbditos donde siempre piden sangre y lucha al lado del tonto del pueblo, esos son los peones por mentes retorcidas y de los cuales, algún día se quedaran solos, porque ya de por sí, esos que manipulan, son envidiosos y malas personas, se retiran del foco maléfico y sus peones se llevan la peor parte, se quedan solos.
Sí, es verdad que cada día existen más y sobre todo por el dinero y el poder. Algo que a mi parecer no me entra en la cabeza. No puedo entender como existen personas así y ya os digo una cosa, termino la carrera de psicología 20 veces y seguiré sin entender a este tipo de espécimen.
En cualquier entorno existe un foco de gente subnormal, gente que se cree que son dioses y hacen la vida imposible a los demás. No cabe duda que en el mundo laboral existen y no sé qué ganan pisando a los demás, ¿cargos y poder? Pues sigue siendo una persona y encima, no tiene méritos, educación. Muchos son muy de empresa y hacen lo posible para estar destacado, pero el que lo está realmente es el humilde e incluso, lleva amor en su corazón. Me estoy dando cuenta que, primero, me hago viejo y no estoy para tonterías de patio, segundo, la gente es evidente que no cambia y es mejor hacer las cosas mal por ser más difíciles que hacerlas bien. Así pues, como siempre estamos los auténticos, siempre tenemos que ir reparando lo que dejan estos parásitos que no valen ni para hacer sombra en la calle, pero sí, van de héroes por la vida y no capaces ni de sobrevivir 21 días en la montaña a lo vivac.
«Si me ladras te muerdo, pero si me tocas te mato. Un dicho muy interesante para alertar a los abusones que cada día salen más tontos y no se entrenan»
A mí, francamente, me da mucha pereza estos personajes de circo que solo saben hacer el payaso en su circo. Aun así, diré una cosa, el karma, como mucho sabéis, llega y de verdad que sí. Eso sí, no me gustaría estar en el pellejo de más de uno que aún no cumplió condena o karma, pues cuando les llega a esos que se ríen, les llega de golpe y no sabría decir que es peor o poco a poco o de golpe. Por ello, mejor ser bueno y vivir la vida, pues cuando llega la vida a tu puerta y pide justicia —existen personas que no soportan el peso del karma— y lloramos como nenas quejándonos de la vida y diciendo que la misma es muy dura.
Creo que esto no lo arregla nadie. Nadie es capaz de reflexionar y darse cuenta de que es un verdadero capullo en toda regla y si lo hacen, ¿qué pensaran los demás? Ahí está el asunto. Por eso, los lerdos no cambian o incluso se hacen catedráticos. La pena que, suelen estar solos porque nadie les aguanta y más su forma de ser o el carácter parasitario que suelen tener.
Seguro que más de uno de vosotros os habéis topado con parásitos de tal calibre, pero no podemos ser sus ovejas y tenemos que combatirlos. No digo de hacer la guerra, pero sí con la indiferencia es suficiente. Si la situación no cambia hacia nosotros, cambiemos de lugar —hablar con algún jefe, profesor, etcétera—, pero si es en la vida social, cambiemos de hábitat y dejando aislado al opresor. Igual no es fácil, pero imposible no lo es. Muchos optan por otras cosas más agresivas, pero si no nos queda otro remedio, no tenemos otra. Este último sería la última opción, pues nos ensuciamos de sus energías y vibraciones oscuras que no trae nada bueno al mundo, ¡bueno si traen! La sombra a los pequeños animales del suelo —algo es algo—.
Contar que, siempre en el camino tendremos pruebas y parásitos, de ellos, si los combatimos y sabemos, no pasará nada porque sabemos claramente que siempre salen nuevos en la vida, es decir, en un camino siempre sale gente y de los cuales, siempre que combatamos a alguien, siempre saldrán nuevos y eso lo único que nos traerá será desgaste. Llegará un día que estemos tan hartos de todo este tinglado que lo mejor sería pasar de todo con la indiferencia, pero si tu vida corre peligro —eso ya cambia—. Acordaros del dicho: oveja, «Oveja, lobo o perro pastor, ahora tú decide quien ser».
«Igual lo que necesita este mundo es un cambio hacia las personas malas, es decir, combatirlos con diferentes formas y nadie se atreve a decirlo o ¿creéis que con el diálogo se calma la situación?»
Sigo pensando que esos estudiosos que buscan protocolos de actuación y que aún ni en la mente está, piensan como detenerlo y menos con agresividad hacia sus semejantes, pero eso mismo se lo tendrían que decir a las personas que lo sufren a diario y terminan como en EEUU. Muchos o la gran mayoría hacen matanzas por estar cansados de esas putadas que les hacen llegando a la desesperación. Ahora bien, estoy en contra con la agresividad y cosas de tal calibre, pero estaría bien ya de una vez que busquen la forma de frenar y dar su merecido a esos parásitos que dicen ser seres humanos. ¿Será verdad que se tendría que combatir a esos parásitos y ayudar a los más débiles como perro pastor, a las ovejas frente al lobo? Yo creo que, sí.
¿Qué pensáis vosotros? ¡A luchar!
Saludos a todos.
Miguel Ángel