Experiencia: cuando nos toca ir al dentista y meditamos

El otro día fui al dentista que por la mala suerte de las muelas del juicio me reventó en lado izquierdo de la boca. Tal fue el asunto que, ahora, ando en tratamiento y como no, implantes. El caso que, el control del cuerpo es importante para según que eventos, ¿qué quiero decir? Es fácil, a la hora de ponerme en las manos de la cirujana, era evidente que los dentistas dan un poco de respeto o mucho. Pues bien, a la hora de empezar el tratamiento y como no, la cirugía en la encía con injerto de hueso para poder hacer luego los taladros y luego poner tornillos y muelas. Llegó el momento de usar la meditación para la evasión a la experiencia y si, se puede hacer y funciona. El caso que, en la silla y empezar la intervención, puse mis manos en posición de meditación —mudra— y del cual son los dos primeros dedos de la mano en forma de «OK», es decir, juntado el dedo gordo con el que le sigue. Empecé las respiraciones profundas y empezar a evadirme de la situación mientras la cirujana trabajaba en mi boca.
Curiosamente, la cirugía era dos horas y la verdad que haciendo la meditación era evidente que sería más rápido y ameno. Pues bien, al iniciar la cirujana el trabajo, yo empecé el mío. En el transcurso de ello, me sentí en ambos lados, es decir, flotando y sentado al mismo tiempo. Era verdad que los ruidos de la cirugía los escuchaba, pero no era para romper con el magnetismo de la meditación donde llegue a ver, paisajes, luces de colores que eran lilas, verdes y azules. Fue espectacular y pasaron las dos horas tan rápido que casi no me entere y eso que en seis ocasiones me dieron hasta con un martillo y escapa en la encía para poder poner el cemento y el injerto de hueso para la encía. Ya una vez que terminaron o casi, empezaron a poner los puntos y de los cuales empecé a notar la aguja y la cirujana, me comento si necesitaba más anestesia, pero dije que no. Siguieron y con la meditación pude capear el dolor o parte de él. En fin, al término y levantarme de la silla, estaba rotalmente relajado y muy desorientado.
La cirujana alucinó porque dice que ni me moví para nada en dos horas y encima muchos de los pacientes a medio trabajo tenía que parar y descansar con todo tipo de alteraciones por miedo, tensión y más allá. Casos como el mío eran pocos, pero ya le comenté que cuando estos temas ocurren, medito y ayuda bastante.
«Un caso más de práctica e investigación mientras te curan en un dentista. Para mí es evidente que el cuerpo puede hacer cosas extraordinarias, pero los hay que ni dolor tienen, ¿cómo es posible?»
Recuerdo que al estar sentado y me taparon ojos, cuerpo con una bata y más allá —tipo quirófano—, era evidente que así lo era. Todo esterilizado porque era una operación para luego poner los implantes. Ahora mismo tengo un flemón de todo lo que me llegaron hacer siendo normal. Existe gente que consigue sanar rápido y quitar la inflamación, pero no es mi caso, pero sí el dolor. Solo duro varias horas. Sé que, si hago meditación para ello, podría quitarme el flemón y ayudar a sanar más rápidamente a mi cuerpo, pero en estos casos me gusta hacer que la naturaleza haga su trabajo y cuando toca. Podría ser que, mirar de hacer una investigación usando esa meditación, pero mejor que no. A mí me gusta para estar relajado y vivir en ese momento en paz en estado puro. El dolor en si termina por desaparecer y el flemón también.
Esta es otra de las experiencias que he tenido y que, como no, me gusta investigar y probar en momentos difíciles. Hace también 8 meses que me rompí como sabéis la tibia y el peroné con minuta —trozos pequeños— y del cual, más o menos, fue parecido. Eso sí, en el comienzo de la fractura fue bien, no sentí mucho, lo malo fue cuando me empezaron a tocar sin anestesia ni de nada y eso, dolió tanto que no sabría decir cómo era, eso sí, no perdí la conciencia para nada. Luego el día antes de la operación y después, con meditación, conseguir estar bien y pronto —unos 4 días— me mandaron a casa y en una semana o creo que menos, empecé la rehabilitación. Es evidente que no somos Superman, pero sí que con la meditación se puede hacer michas cosas y como he comentado en otros artículos.
Para acabar, si somos constantes y practicamos la meditación, podremos hacer grandes cosas para nuestra salud y bienestar. Ahora bien, las cosas no son nada fáciles y en ocasiones la mente nos jugará malas pasadas, pero tenemos que ser constantes y practicar para llegar a más. En según qué eventos de la vida cuesta hacer meditación —a mí me pasa—, pero es evidente que es otra herramienta que nos vale, nos ayuda y que, incluso, se tendría que poner en los colegios como una asignatura más —seguro que tendríamos a más personas más buenas que malas o tóxicas—.
Saludos a todos.
Miguel Ángel