Fechas señaladas de envidias y odios de oportunistas

Ya mismo llegan las fechas navideñas y volvemos a las reuniones familiares, hacer el papel de cara a familia que no ves durante tiempo, pero sí, los seres humanos somos así de imprevisibles. Es triste porque pasan en casi todas las familias y ¿Quién no hace el papel? Creo que todos somos un poco de esa forma. Muchas personas están en estas fechas pensando actualmente que hacer y como hacer de no ir a las veladas familiares.
Otros, en cambio, sí tienen relación todo el año y fechas señaladas. La cuestión es que llega las fechas y todos corremos para inventar excusas. Sin olvidar más —qué comprar, que ponernos en esas fechas, como hacer, para gustar, etcétera—. Un sinfín de eventos que para cuatro días nos estresamos, le damos mil vueltas. Creo que cada cual tiene que hacer, saber decir no y no ir donde no somos invitados o amados.
«Llegan las fechas navideñas y llegan los dolores de cabeza, de ir a comer o cenar en según qué lugar. La familia cargante y en donde siempre se suele hacer el papel porque alguien no nos gusta»
No cabe duda que, la familia es la familia, pero llega a ser absorbente en muchos temas. Ya sabéis que la familia es la familia y lo que suelen decir va a misa. Nadie puede salir de la zona de confort y ser lo que ellos digan o no les gustan las nuevas incorporaciones —los novios de los hijos o nietos—. Entrar en esos vínculos es complicado y difícil en los comienzos y en las reuniones familiares, no gusta que esas últimas incorporaciones hablen o tomen sus propias conclusiones. También tenemos los que no son aceptados por hermanos y padres —la oveja negra—. Muchos son, muchos son repudiados y hacen el papel cuando estamos presentes, pero sí, cuando no estamos presentes, somos criticados sin cuartel.
Creo que las fechas navideñas son un paripé para verse con alguien que llevas todo el año sin verlo. La falsedad está a la orden del día y cada día más hipócritas en estado puro. Muchos buscan escaparse de esas cenas o reuniones familiares, pero muchos piensan y creen que es como el día 1 de noviembre —día de todos los santos— donde solo se acuerdan de sus difuntos en ese día, el resto del año no. Así es como funciona el asunto navideño y estamos hartos de fingir, hartos de saber que vas a ir y no te gustará verte con según quién por ser un lerdo.
«Cada navidad, siempre lo mismo. Cada navidad muchos nos mostramos reacios a ir por tener gente tóxica en el lugar y no sabemos gestionar como no ir. Fácil, decir que no vas y si piden explicaciones, se les da sin piedad»
Ya no solo eso, es que también la persona que no te agrada piensa igual que tú. Es un asco mutuo por lo que parece. En fin, si tienes este tipo de problemas, tenemos que saber decir no. Si insisten, también podemos decir el motivo sin miedo y terminar con el calvario de cada año en juntarse en un lugar que solo existe el ego y toxicidad. Hay personas que no lo ven así aguantando carros y carretas, pero ese mismo no es bueno, por no ser uno mismo, no ser tú.
En estos entornos suele pasar la toxicidad de los comensales y cada año, lo mismo. ¿Qué necesidad? Ninguna, mejor, es decir las cosas y no ir, ganarás en salud. Cada año la gente hace lo posible para no juntarse o buscar una excusa para no asistir. Hacen bien, pero así no se puede vivir, mejor decir las cosas y que salga el sol por donde salga. Así ganarás en salud y sabrás que las próximas navidades no tendrás ese problema.
Lo que está muy claro que uno lo pasa mejor con gente de la calle —amigos— que con la misma familia. La familia y no todas, muchas de ellas, son completamente tóxicas y encima las nuevas incorporaciones como novias y novios —donde adquieren un rol bastante patético y tóxico—. No entiendo y nunca entenderé como la gente puede ser tan lerda, pero existe y cada año que lleva la navidad son dolores de cabeza garantizados para reunirse. ¿O no es verdad que es mejor con los amigos que aportan más que la familia?
«La moraleja en estas fechas»
Lo mejor que podemos hacer es saber decir NO que es lo más importante. Anticiparte a los movimientos con las fechas y comidas en hogares de familiares y escaparte de ellas. No hablar de política, futbol ni dinero, esto es lo que más polémica trae en las reuniones familiares. No sentarte frente a los tóxicos, mejor en un lado —pero no a su lado— y evitarlos. Si no tenemos remedio y tenemos que asistir, dejar las cosas claras desde el primer momento y si nos buscan, no tener piedad. Las cosas se tienen que decir en el momento y si es un NO, pues no. Si existe un debate que no aportar nada, no entrar en polémicas y siempre disimular. Otro aspecto que ayuda y mucho, es apegarse a alguien que tengas afinidad y no soltarlo. Sacar temas de conversación que a él le guste y estar apegado a la persona hasta el final de la velada. Eso sí, lo mejor, es siempre tener la suerte de cambiar fechas antes de que te inviten, decir no y no asistir por excusas.
Cuando estamos bien y encima, tenemos a alguien con afinidad o algo así y tenemos una conversación, los envidiosos siempre actúan, atacan o se meten en la conversación. Eso, mejor no hacer caso —evitándolo y no dejarlo entrar en la conversación— a ser posible. Eso sí, claramente molesta que lo hagan, molesta que entren en la conversación enturbiándola. Podría incluso terminar en concordia y peleas aseguradas. Por ello, si eso ocurre, lo mejor que podemos hacer es cambiar —como comer, beber un poco, mirar a otros o disimular—. Si hacemos lo posible para que tu paz no la rompan mejor. El control mental es importante y más cuando nos protegemos de cosas invisibles que nos mandan los mal intencionados —personas tóxicas— o nos rompen el aura que tenemos en ese momento muy positivo y relajado.
Existen muchas técnicas para protegerse de esta clase de gente. Gente que como digo podrían ser familiares o incluso, hermanos y padres. Ya sabéis que nadie es dueño de nadie y todos tenemos libertad sin olvidar, él libe albedrío. Son tan envidiosos que hacen lo posible para ser el punto de atención, así que, cuidado con ese tipo de gente —sea quien sea—. Muchas personas con sus padres y hermanos no se llevan bien por ser ellos una piña y excluyendo a los demás por ser diferente o diferentes, es decir, dejarte fuera de la manada, pero si te avisan para las fechas de navidad, ¿qué os parece? ¡No interesa ese tipo de gente, duela lo que duela! En el budismo ya lo decían y en otros tipos de lecturas. No es que me lo invente, pero es verdad que somos libres y no pertenecemos a nadie. La vida es una obra de teatro donde existen escenarios y actores, cuidado a quien le damos poder en nuestra vida. La familia es de puertas para dentro, lo demás, actores, y escenarios. Si caes, nadie vendrá a levantarte y ayudarte, pero si vienen será momentáneo. Los únicos que estarán siempre a tu lado, es como dije, de puertas para dentro —hijos y esposa— fin.
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Miguel Ángel