Grupo Investigación Insólita

El engaño colectivo sin un futuro

Siguen las quejas y próximamente manifestaciones. Un país con tanto problema y que, incluso, la Unión Europea así lo dice, creo que algo dirán o tendrán que poner cartas en el asunto. No puede ser que un país como España esté dando tantos problemas y el primero en la pobreza. Creo que esto es solo el comienzo de algo gordo, pero, aun así, cuando la gente salga de verdad a la calle —será tarde— en todos los aspectos. Igual tendremos un gran cambio y podría ser positivo o no, pero ya lo estamos viendo. Ahora se puede entender cómo la gente joven se marcha del país a la que tiene la oportunidad y, sí, no vuelven echando raíces en el país extranjero. A mí, precisamente, me parece bien. Cada día todo es más precario y falta de gente o mano de obra por todas partes. Los medios quieren echar la culpa a los jóvenes, pero la gran mayoría de la culpa la tienen las empresas por explotar a la gente y no darles una seguridad. La gente no quiere trabajar porque se dan cuenta de la cantidad de piratas que existen gestionando una empresa y solo buscan amasar dinero sin piedad. La mano de obra o los operarios en sí, no les interesa —12 horas por 600 euros al mes— ¿Estamos locos o qué? Y claro, contratan a los extranjeros. 

Ahora se están viendo las primeras manifestaciones, por lo mismo mezclando la inmigración y la inseguridad en las calles. Pero sí, está bien que la situación se relaje y, sobre todo, tener una buena convivencia con los demás, —cosa que no está ocurriendo—. Dichas manifestaciones están muy bien, pero muchas otras personas no asisten. Existe mucha discrepancia entre muchos, pero tenemos que contar que lo único que tenemos para luchar contra el gobierno son las manifestaciones. Eso sí, si la hacemos legal, difícilmente hagan algo, pero una salvaje o siendo ilegal, es la única forma de hacer daño y, por lo menos, que nos tomen en cuenta a la clase obrera. Creo que muchos pensarán que están cansados de pagar y pagar, no tener ni para nosotros o, incluso, no llegar ni a medio mes con tanto gasto. Pero claro, como el gobierno ve las terracitas llenas de gente, liga de fútbol, vacaciones por todo lo alto, pues el gobierno no nos toma en serio. Pero sí, si nadie se moviera, nadie consumiera y nadie hiciera nada, el gobierno tendría que bajarse los pantalones y hacernos caso —nosotros tenemos el control—, pero muchos no lo saben o tienen miedo. 

«La potencia sin control no sirve de nada. Hoy en día, ni los sindicatos hacen nada y el motivo, están pagados por el gobierno»

Los sindicatos —en que muchos digan que no— están vendidos, comprados por el gobierno. Contar que, ellos perciben subvenciones de ellos y, si se vuelven muy rebeldes o se salen del camino que el gobierno les marca, esas subvenciones desaparecen. Por eso, el sindicato es una mentira y nada que ver, por ejemplo, con los franceses, esos sí que son cañeros y valientes. Por ello, llevo muchos años sin ver una huelga general, nada de acción colectiva en ninguna esquina, ¿qué está pasando? ¿Se les acabó el circo para seguir entreteniendo a la gente en esas manifestaciones de risa? ¡Ya lo creo que sí! Veremos qué inventan luego. Recuerdo hace muchos años que uno me decía que una huelga no se puede hacer sin pedir pésimo al organismo pertinente y pensé: ¿cómo puedes hacer eso si se lo das todo mascado? La que no se pide permiso es la que hace daño, y más si paramos el país, es cuando las cosas se arreglan, pero la gente no tiene lo que tiene que tener, solo tienen miedo mirando por ellos. Luego lloramos de lo que tenemos.  

Por eso, tenemos un país que cada vez resta más y más sin darse cuenta de ello. Mientras tengamos para variaciones, fútbol, terracitas en verano y cositas de tal calibre, el gobierno seguirá dando una vuelta más a la rosca de impuestos. La gente solo se queja en los bares y solo sale a la calle cuando su equipo de fútbol gana una copa, para eso, los españoles somos los mejores —mientras Europa se sigue riendo de nosotros—. Europa no nos tiene en cuenta, solo para que dejemos lo que toca de la recaudación de impuestos, poco más. Ya incluso, dicen que tenemos un problema como país y eso es real, estamos llegando a la cola de todo y a este paso no quedará nada. Mientras tanto, la gente no llega ni a medio mes con los sueldos de risa, impuestos y más allá de la razón. Ellos —los políticos— siguen viviendo de lujo sin importar nada y si hacen historia, les da igual. Ellos solo miran por su bolsillo y punto. No les importa cómo, por ejemplo, un hijo pequeño va a la nevera a buscar algo de comer y la madre, al darse cuenta, no deja que abra la nevera. La madre refiere que le dará ahora de comer y lo que trataba era que no quería que viera lo que tiene la nevera en su interior. Una nevera vacía con un táper y un yogur que se lo dará al hijo quedándose ella sin comer, ¿eso es lo que buscáis? Pues ya está ocurriendo y, cada vez, más. 

«Una verdad incómoda y real. Un país que está muriendo, cuesta abajo y sin frenos»

Ya para acabar, no será la primera ni la última vez que, hablando con un cubano, me dice: «cuando vais a hacer algo por el país, España, os veréis como nosotros los cubanos». Y sí, es triste que alguien así te diga eso cuando la gente está de campo y playa y solo se queja en reuniones de amigos, en los bares. La gente se conforma y sigue cada día normal. Más esclava que ayer. 

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Miguel Ángel