La sociedad sumergida en la oscuridad


La sociedad restando por días

Sigo viendo cosas que no encajan en el día a día. Se nota que el diablo está más cerca de lo que pensamos. Sí, hace de todo para que siga la gente sin creer en él, piense que no existe y así mejor para el maligno. Tristemente, es así y la gente no cree. Cada día veo más mal que bien y gente seguidora del mal. En redes sociales, igual y la gente sigue buscando al ser equivocado. Los matrimonios y los hijos de hoy en día, todos, condenados por falta de fe y de no orar. Creo que vamos mal y tarde porque nadie lo hace. Me preocupa, que no todos, somos iguales.

Ahora tengo más claro que, la fe, tiene que estar a tope porque el mal cada vez está más fuerte. Cada vez los que estamos con la luz, el bien, el amor, cada día tenemos más trabajo pasándolo mal. Mucho. El que no tiene fe y no cree en nada —cosa que al diablo ya le va bien—, más trabajo tenemos nosotros. De eso se trata, que la gente no crea en el mal y ya a este paso, en Cristo. Dios ya no está en la mente de la gente. Ya se ven camisetas con significado del mal, tatuajes, música y de todo tipo de señales. Eso, ya no tiene buena pinta.

“Malos tiempos en este año 2024, veremos en la entrada del próximo año 2025. Creo que, estamos en la recta final”

Ya mismo entramos en el 2025 y veremos que nos depara el año. En mi caso, seguiré las mismas líneas, meditar y creer en Dios. Actualmente, estoy leyendo libros del Gabriel Amorth —sacerdote exorcista— y ando alucinando. Aun así, seguiré en mi línea y quien quiera destruirse, adelante con su vida. Muchas cosas buenas hablan los libros y ya voy por el tercero de 11 que creo que tiene. Seguiré leyendo y aprendiendo, luego los demás que sigan con sus vidas y llegue un día que tengan que correr. En mi caso, estaré descansando. Eso quiere decir que, algunos ya van tarde a estas alturas.

Hoy en día todo se vende y el que menos creemos o pensamos, nos vende. Ya hoy en día o caminamos solos o no caminamos en grupo. El grupo nos frena sin llegar a ninguna parte. Normalmente, es posible porque ya de por sí los grupos absorben y no nos dejan ser nosotros. Pero no por ser débiles, es más bien por falta de personalidad. Los que se dan cuenta, no necesitan a nadie y caminan solos. A estas alturas, mejor solo que mal acompañado. Mismamente, es y será como se está viendo la vida en la actualidad. Hoy, como sabéis, reina el mal, la oscuridad y la gente cada día es más mala y enferma.

“El camino de la soledad fuera de grupos. Ni amigos ni de nada, mejor caminar solo y siempre en movimiento”

Cada día más señales y cada día más impotente. Nadie hace caso o se ríen encima. Muchos dicen saber, e incluso, ser dueños de su vida y que el control lo tienen ellos. No saben que eso es falso y que nadie tiene el control de sus vidas —si es verdad el libre albedrío—, pero no el control. El mal está y Dios también. Ahora bien, si no crees y vas por libre, es normal que acorto plazo, tropecemos. Muchos al hacerlo, pidén ayuda mirando al cielo, pero recordar que, al tener libre albedrío, todo puede influir y si pedimos por interés, no se nos dará. Dios sabe bien y lo ve todo —para eso están sus ángeles y guías—. 

Sobre los guías, es fácil, cada día que nos levantamos están con nosotros y siempre, siempre, están dando información y señales, pero no todos o casi nadie las ve. Los guías, ya por decirlo vulgarmente, tiran la toalla a la hora de decirnos algo o darnos una señal —somos tan tercos que no nos damos cuenta—. Tenemos que estar más pendientes de las señales que, de lo que tiene el vecino. Tenemos que ser más astutos en ello. Algunas otras personas, si las ven y saben por donde más o menos tienen que ir, por ejemplo, ellos, los guías, suelen dar el 50% de la información para que el otro 50% lo pongamos nosotros, así aprendemos. Si nos dan todo, no aprendemos y nos relajamos. Así funciona el mundo espiritual. 

Pues poco más, lo dejaremos aquí y pronto más. Espero que poco a poco la gente despierte y que, no sea luego demasiado tarde. 

Sin más, me despido.

Saludos a todos.

Miguel Ángel

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