El camino y el arte de domar el tigre

La vida, una lucha constante en la selva. Hoy en día es supervivencia total y, en donde, los más astutos y dedicados podéis soportar el peso de la vida constante. Ya lo sabéis, no es que me lo esté inventando. La vida cada vez se complica más y más en relación con el paso de los años. Ahora se está hablando de que este año 2025 será un año difícil, con cambios y más allá. Pienso que, será un año más de tantos ocultando algún acontecimiento normal de la vida y poco más. ¿Pensáis que este año 2025 será el definitivo? ¿Ya toca el final? Creo que no. Supongo que será un año como otro cualquiera y punto.
Este artículo no lo quiero enfocar en más de lo mismo, pues tendremos que estar más despiertos y mirar todo para saber si o no es verdad que ocurrirá algo. Cierto que, es posible que tengamos que tener los ojos muy abiertos y cuestionarlo todo. Si tenemos una guerra a la vuelta de la esquina, lo mejor, es pasar desapercibido. Otros con el apagón o famoso 3 días de oscuridad. ¿Saben cuándo podría ocurrir? En invierno, con el frío. Pero, aun así, no hemos de temer. Pase lo que pase, siempre fe en Dios y vivir al día. Dejad que la vida nos sorprenda y no nos preocupemos tanto del exterior.
“La vida, algo extraño y a la vez mágico. Nos da momentos de felicidad, como de tristeza. Algo agridulce que no podemos remediar”
Ya sabéis que la vida no es segura. Hoy estamos arriba y mañana posiblemente no. Claramente, hoy arriba y mañana abajo, no hay otra opción. Obviamente, es todo frágil y cuanto menos lo esperas o esperamos, fin. Hoy estamos aquí y en menos de un minuto, no. La vida es frágil y la gran mayoría de los humanos, nos complicamos la vida claramente. También tengo que decir que, muchos vivimos como si no fuéramos a morir nunca y eso es triste. Siempre dejamos las cosas para mañana. No debemos hacer eso y sí hacer las cosas poco a poco y al día, pues nunca se sabe cuándo nos marcharemos. No estamos para siempre, por ello, es importante vivir «el aquí y el ahora».
Creo que, este año 2025 marcará un antes y un después en todo lo que hoy conocemos —en vísperas de la agenda 2030—, algo que llegará y veremos qué ocurre. Ciertamente, a mí no me preocupa, pero sí que apretarán los gobiernos a la sociedad del mundo, no solo será en Europa, sino más bien, en el planeta entero. Esas sociedades de primer nivel lo notarán mucho por estar acostumbrados a la calidad de vida y sus lujos, pero los que son del tercer o segundo mundo, no lo notarán tanto por estar ya acostumbrados a vivir en la pobreza. Ya vemos que el rico será aún más y el pobre también. Nadie está exento. El único que se podría escapar es quien tenga una casa y campo para cultivar y esté lejos de las grandes urbes.
«Cada vez somos más pobres interiormente que exteriormente. Cada día sufrimos más por nada y sobre todo por el dinero. Hoy en día, quien tiene dinero, no tiene felicidad interior y quien tiene felicidad interior no la tiene dinero. Es un claro bucle»
Tal cual estamos viendo, el día del mañana será todo más complicado, porque todos lo hacemos posible. Los gobiernos, inclusive. No aprendemos la lección y somos más dependientes de lo material. Llegará un momento de la vida que será imposible tener según qué y, tendremos que adaptarnos a no tenerlo. En antaño, quien no tenía vehículo tenía que ir a pie, pero ese caso y muchos más, lo tendremos en breves años. Igualmente, no tenemos que pensar en mañana, mejor nos quedamos en este año 2025, que es el que estamos viviendo, y mañana, Dios dirá. ¿Para qué agobiarse de las situaciones si aún no llegó el momento? Igual no ocurren nada y siguen pasando los años normalmente. De ser ricos o pobres no importa, pues siempre ocurrió y ocurrirá, y nadie lo cambiará. Los seres humanos somos así de bandidos, por ello, nadie lo cambiará y seguiremos siendo muy mezquinos. Quien tiene una fortuna amasada por su esfuerzo, no es capaz de dar un bocadillo a una persona pidiendo en la calle, ni una chaqueta, ni invitarlo a comer o a cortarse el pelo. El ser humano es así y siempre lo será.
En fin, sobre todo este tema, lo mejor es que seamos buenos y mejores cada día que nos levantemos de la cama y luego, ya veremos. No hacer lo que hacen los demás y menos no tener corazón. Si alguien no lo tiene y hace el mal, tranquilos, que de la vida nadie se va sin antes pagar. Inclusive podría decir que, muchas personas no cambian y mueren sin cambiar nada, pero allá ellos, no todos tenemos el mismo examen en la vida —si suspendes, vuelves—, poco más. Creo que lo voy a dejar aquí y recordad, sed buenos. Haz el bien y no mires a quién. Quien no lo haga como reitero, ya se apañará el día en que le toque pasar cuentas.
Sin más, me despido.
Saludos a todos.
Miguel Ángel.
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