Ovnis y secuestros. Embarazo durante 4 años

Megan Liker: «Fui secuestrada y obligada a dar a luz»: recuerda haber pasado 4 años en una nave extraterrestre.
Entre los relatos más perturbadores y controvertidos relacionados con el fenómeno de los objetos voladores no identificados, los que hablan de abducciones —también conocidas como secuestros alienígenas— han despertado durante décadas tanto fascinación como temor. Lejos de los clichés de la ciencia ficción, estos testimonios provienen, en su mayoría, de personas comunes, sin antecedentes en fenómenos paranormales, que aseguran haber vivido una experiencia desconcertante, aterradora y profundamente impactante.
Estos relatos describen encuentros cercanos con entidades no humanas, a menudo durante la noche, en los que los testigos afirman haber sido secuestrados, trasladados a bordo de una nave extraña, examinados e incluso sometidos a procedimientos médicos o psíquicos cuyo propósito desconocen.
El caso que vamos a tratar aquí concierne a una mujer que, sin haber mostrado nunca interés en OVNIs ni fenómenos paranormales, afirma haber sido secuestrada una noche cualquiera. Lo que comenzó como un simple malestar nocturno se convirtió rápidamente en una cadena de eventos inexplicables: pérdidas de memoria, fenómenos luminosos, sensación de parálisis, desapariciones y reapariciones, dolores físicos inusuales y, sobre todo, recuerdos fragmentados que regresan poco a poco en forma de sueños intensos, visiones fugaces o verdaderos choques emocionales.
Su testimonio se suma a una larga lista de relatos similares en todo el mundo, que comparten características inquietantes: seres de aspecto humanoide pero no humanos, comunicación telepática, alteraciones del tiempo, efectos físicos en el cuerpo o los objetos, y, sobre todo, una persistente sensación de que algo real ocurrió, algo que la ciencia aún no puede explicar.
Este relato, por increíble que parezca, merece ser escuchado y analizado con atención. Plantea preguntas fundamentales: ¿Qué ocurre realmente durante estas experiencias? ¿Estamos ante un fenómeno psicológico, cultural o un contacto auténtico con una inteligencia no humana? Las consecuencias psíquicas y emocionales de las personas secuestradas suelen ser duraderas y profundas, a veces comparables a un verdadero trauma. En algunos casos, sus vidas quedan completamente alteradas.
La historia de esta mujer no pretende dar todas las respuestas. Pero nos invita a escuchar con respeto, a suspender momentáneamente el juicio y a considerar que nuestra realidad podría ser más vasta, compleja e inquietante de lo que creemos.
El expediente Liker:
Existen numerosos casos de encuentros con extraterrestres, pero el de una joven australiana de 24 años, Megan Liker, es escalofriante. Ella acaparó los titulares al afirmar que los extraterrestres la utilizaron para engendrar bebés híbridos. Reveló que estuvo embarazada unas 50 veces y dio a luz a 48 bebés extraterrestres.
El informe ginecológico es inquietante: indicaba que el cuerpo de Liker era como el de una mujer muy anciana, con órganos reproductivos dañados y funcionalmente inservibles debido a múltiples embarazos. Su útero, según el informe, estaba envejecido como el de una mujer de 60 años.
Esta información dejó atónita a la pareja, pero Megan estaba convencida de que nunca había estado embarazada.
Desorientados, sin saber qué hacer, uno de los médicos que llevaba su caso le sugirió recurrir a la hipnosis regresiva para intentar obtener respuestas.
Era la única opción para esclarecer su historia.
Bajo hipnosis, Megan sorprendió a los médicos con un relato extraordinario de su vida. Contó que un día, mientras paseaba por un parque municipal, vio un OVNI flotando sobre ella. Intentó huir cuando el objeto se acercó demasiado, pero de repente fue elevada por un rayo de luz proveniente del interior de la nave.
Sintió vértigo y luego perdió el conocimiento.
Cuando despertó, todo estaba en completa oscuridad y silencio, lo que le provocó un miedo intenso. Gritó, pidió ayuda, pero nadie respondió. Usando el tacto, se dio cuenta de que estaba en una habitación pequeña, con paredes y suelo completamente lisos.
Un destello de luz iluminó la sala y Megan vio por primera vez las sombras de los seres.
Eran dos criaturas extraterrestres que le indicaron que se levantara. De baja estatura, apenas le llegaban a los hombros. Bastó un momento para comprender que no eran humanos.
Eran seres inusuales, con cabezas enormes, brazos y piernas delgadas, y ojos negros gigantes que la observaban con una expresión apática. Luego la llevaron a una sala que parecía un quirófano. Megan los identificó como «grises».
Después de un examen médico preliminar, la colocaron en una sala con paredes, techo y suelo transparentes. Había más personas secuestradas a su alrededor, incluso por encima y por debajo de ella. Todas llevaban la misma ropa. Megan logró comunicarse con una joven de unos 25 años, atractiva, que estaba a su lado. Se llamaba Kelly Beit. Comenzaron a comunicarse con gestos y expresiones: «Necesitan que tengamos hijos».
Megan comprendió enseguida. Aproximadamente dos semanas después, su vientre comenzó a hincharse y poco más de dos meses después, dio a luz a su primer bebé extraterrestre. Durante el parto, varios «grises» observaban mientras ella se retorcía de dolor.
En cuanto nació, el bebé fue retirado de inmediato. Megan apenas logró echarle un vistazo, y sintió náuseas. Ella afirma que los bebés híbridos se parecen mucho a los humanos recién nacidos, salvo por sus ojos desproporcionadamente grandes.
Luego vino otro examen, otro embarazo, y otro más…
No puede precisar el tiempo, pero según su estimación, las gestaciones eran muy rápidas o aceleradas, pues el proceso fue continuo.
Según Megan, el embarazo de los híbridos dura mucho menos que el de los humanos. Solo tomó cuatro meses para cada uno.
Contó que estuvo en una base lunar donde vio estructuras piramidales: una para alojar a las mujeres, otra como maternidad. En su caso, todo duró unos cuatro años. Durante ese tiempo dio a luz a unos 48 niños. Después de eso, quedó estéril y ya no interesó a los extraterrestres. Fue devuelta a la Tierra y sus recuerdos fueron borrados.
Fueron reemplazados por una memoria implantada en la que Megan recordaba haber servido en el ejército durante cuatro años. Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Australia, al cual ella contactó después, negó que alguna vez haya trabajado allí y sugirió que Megan podría estar desequilibrada.
Los ufólogos creen que los recuerdos de servicio militar fueron implantados para encubrir la existencia del criadero.
Esto plantea la pregunta: ¿qué tipo de criadero hay en la Luna y por qué los grises necesitan procrear? ¿Son viables sus híbridos?
Según el portal Infinityexplorers.com (abril de 2024), Megan Liker habría sido usada por extraterrestres durante cuatro años para concebir niños híbridos.
Sin embargo, cuando Megan y su esposo Andrew decidieron tener un hijo, descubrieron algo inesperado. Según todos los indicadores médicos, el cuerpo de Megan era como el de una mujer de 60 años, y no podía concebir: «Desgaste de los órganos, engrosamiento de tejidos, estrías, pérdida de elasticidad — como si hubieras dado a luz muchas veces», dijeron los médicos.
Pero Megan jamás estuvo embarazada.
Y allí comenzó toda la historia.
Faltaban recuerdos. Desde joven, Megan sabía que entre los 18 y los 22 años su vida simplemente desapareció.
No había recuerdos. Ni fotos.
Sus padres afirmaron que había desaparecido en 2001.
Hubo búsquedas y denuncias policiales.
Y después de cuatro años, regresó a casa como si nada: «De repente, estaba frente a la puerta. Recordaba haber estado estudiando… luego, el vacío. Y de pronto, estaba en el porche».
Al regresar fue examinada, pero no presentaba problemas clínicos graves. Cierto desorientación, algo de estrés psicológico, pero nada alarmante.
Trabajó con psicólogos durante meses. Se recuperó, retomó sus estudios, conoció a Andrew, se casó… pero el misterio de los «años perdidos» seguía sin resolverse.
La solución fue la hipnosis regresiva.
Un método poco convencional, que si se aplica mal, puede inducir falsos recuerdos y dañar irreversiblemente la percepción de la realidad.
Cuando Megan descubrió que no podía tener hijos, todo se desbloqueó. Los años perdidos, su sistema reproductor dañado… todo encajó como un rompecabezas inquietante: «Solo necesitaba entender qué había pasado. No podía aceptar que me hubieran borrado parte de la vida».
Por consejo de amigos, recurrió a especialistas en hipnosis regresiva.
Seis sesiones.
Miles de preguntas. Una pesadilla.
Durante las sesiones, su conciencia regresaba al pasado, y los detalles comenzaron a emerger: «Vi una luz verde. Era cálida y densa. No podía escapar. La nave giraba sobre mi cabeza. Luego, una criatura descendió hacia mí».
Recuerdos: el primer encuentro
La criatura era gris, con una cabeza grande y ojos almendrados. Descendió por el tubo de luz y tomó la mano de Megan. Juntas entraron por una apertura triangular en el costado de la nave: «No tenía miedo. Sentía que era correcto. Como si fuera mi lugar».
Pruebas y análisis
A bordo, fue colocada frente a una extraña instalación que mostraba en tiempo real el interior de su cuerpo. Sistema nervioso, órganos, circulación, conductos linfáticos: «Veía la sangre fluir. El corazón latir. Era hermoso. Casi hipnótico».
La criatura no hablaba, pero todo se entendía.
No se comunicaban con palabras. La criatura cerraba los ojos y su frente brillaba desde adentro. Así se producía un intercambio mental de imágenes: «Los comprendía, y ellos me comprendían. Sin lenguaje, sin palabras. Solo imágenes, emociones, sensaciones».
Condiciones ideales… al principio
Megan recuerda que la comida era líquida, insípida pero nutritiva: «Jugos, sopas, purés. Todo eso me ayudó a recuperarme. Me sentía mejor que nunca».
Dormía bien, tenía energía, fuerza: era como si hubiera recibido un nuevo cuerpo, un nuevo propósito.
Pero luego… comenzó la pesadilla.
Uno de los humanoides apareció y «apagó» su conciencia. Despertó en una celda, encadenada a una mesa: «No podía moverme. No podía gritar ni correr. Solo mirar».
Lo más aterrador que recuerda es lo siguiente: «Implantaron embriones en mí. Crecieron dentro de mí. Luego los extrajeron. No sé cómo, pero sucedió una y otra vez».
48 veces en 4 años.
Después de cada intervención: nutrición, descanso, recuperación.
Luego, otro embarazo: «Mi cuerpo no aguantaba más. Sentía que colapsaba. Pero ellos me sostenían. No me dejaron morir».
Los últimos días — y el regreso
Cuando ya no pudo más, comenzó la recuperación. Todo se repetía: alimentación, escaneos, exámenes médicos: «Volví a ver mi cuerpo en la pantalla. Todo como al principio. Excepto que estaba exhausto».
¿Cómo la devolvieron?
El recuerdo es como una película: sala con luz verde, abertura triangular, corriente de aire cálido.
Descendiendo lentamente hacia la Tierra.
«Aterricé a unas calles de mi casa. Miré hacia atrás y todo había desaparecido. La luz. Los recuerdos».
¿Emociones?
Una sola palabra: choque.
A su regreso, habían pasado cuatro años: «No podía creerlo. No tenía ningún recuerdo. Solo vacío».
Después de la historia — escepticismo, pero también fe
Andrew, su esposo, la apoyó.
Cuando todo salió a la luz, creyó en ella. Sabía que no mentía ni fantaseaba. Vio sus lágrimas, sus crisis, su estado tras las sesiones: «No pude evitar creerle. Era simplemente imposible. Demasiado real».
Su decisión ante la infertilidad fue adoptar
Megan no podía tener hijos, pero soñaba con ser madre. Con Andrew adoptaron un niño, y luego una niña: «Entonces me reencontré conmigo misma. Aunque usaron mi cuerpo, mi alma seguía siendo mía».
¿Qué dice la ciencia?
Hipnosis regresiva — ¿engaño o llave de la memoria?
La comunidad científica está dividida:
Algunos creen que permite recuperar recuerdos reprimidos por la mente durante eventos traumáticos.
Otros afirman que genera falsos recuerdos inducidos por el hipnotizador: «La hipnosis no revela la memoria, crea ilusiones», dicen los críticos.
Pero hay algo difícil de ignorar en el caso de Megan:
La evidencia médica.
Hechos que no se pueden inventar.
Cuando los médicos dicen que el cuerpo ha dado a luz muchas veces, y la paciente jura que nunca estuvo embarazada,
ya no se trata de un caso psicológico: «No es una alucinación. No es ficción. Son cambios físicos que tienen una causa».
Se puede debatir el origen de los recuerdos regresivos o no.
Pero un útero dañado, un cuello uterino deformado, una pelvis distendida — eso es anatomía.
¿Ha habido casos similares antes?
La hipótesis del programa híbrido extraterrestre.
Ufólogos de todo el mundo hablan de un patrón que se repite desde hace décadas:
La mujer desaparece.
Luego regresa sin recuerdos.
Años después descubre problemas reproductivos.
Bajo hipnosis, recuerda gestación o experimentos genéticos: «Los relatos de mujeres terrestres usadas para gestar híbridos no son casos aislados», explica el Dr. Jacobs, autor de estudios sobre intervenciones alienígenas.
¿Por qué mujeres?
Hipotéticamente, si los humanoides no pueden reproducirse por sí mismos,
podrían necesitar huéspedes humanos.
Transferencia de embriones.
Desarrollo acelerado.
Extracción.
Tal como se hace en laboratorios biológicos con hembras sustitutas.
Suena horrible.
Si es que todo esto es cierto.
¿Por qué lo hacen?
Los escépticos dicen que la hipnosis es manipulable, los recuerdos no son confiables, las condiciones de desaparición no son claras.
Pero:
La desaparición fue confirmada por la policía.
El regreso, por sus padres.
Los daños físicos están documentados.
El esposo confirmó los síntomas y su evolución: «No es un sueño. Son cuatro años de vida, confirmados por documentos».
Consecuencias emocionales
Para Megan, esto no fue solo un trauma, sino una crisis vital irreversible con pérdida de recuerdos y fertilidad: «A veces cierro los ojos — y ahí está otra vez. En la luz verde. Entre sombras».
¿Cómo se puede vivir con tal conocimiento de hechos horribles?
Megan dice: «No estoy enojada. No busco venganza. Solo quiero seguir adelante con mi vida».
Y no exige que se le crea:
«Simplemente comparto lo que viví. Cada uno puede juzgar por sí mismo si es real o no».
La pregunta que permanece
Si todo esto ocurrió realmente… ¿quién está detrás?
¿Extraterrestres?
¿Gente del futuro?
¿Experimentos militares?
¿O… el mismo universo jugando con nosotros?
La historia de Megan Liker es una de las más trágicas, misteriosas y aterradoras del fenómeno OVNI. Y entre dos mundos, ella siguió siendo ella misma.
Un encuentro cercano que se convirtió en secuestro. Entre recuerdos fragmentados, fenómenos inexplicables y traumas persistentes, su historia plantea muchas preguntas sobre la naturaleza de estas entidades, sus intenciones, y los límites de nuestra realidad. Este relato, a la vez íntimo e inquietante, se suma a una larga serie de experiencias reportadas en todo el mundo — relatos que, a pesar del escepticismo, presentan extrañas similitudes.
Fuente: Francois Garijo. 2025.
https://world-ufology.blogspot.com/
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