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Noviembre 2026, el Aviso Antes del Juicio

Editorial: Los Tres Días de Oscuridad – Noviembre 2026, el Aviso Antes del Juicio

Las profecías lo anunciaron hace siglos: “Llegarán tres días de oscuridad, y el mundo temblará en silencio”. Para muchos fue mito, superstición, eco de la religión popular. Pero la ciencia, hoy, pone sobre la mesa un escenario donde ese símbolo deja de ser metáfora y pasa a ser probabilidad: una tormenta solar extrema, categoría G5 o superior, prevista estadísticamente para los meses finales de 2026.

El Sol atraviesa su máximo del Ciclo 25 entre 2025 y 2026. Nunca antes, en esta era tecnológica, hemos estado tan expuestos: satélites, telecomunicaciones, Internet, bancos, hospitales, todo depende de la electricidad y de sistemas sensibles al clima espacial. Una erupción solar descomunal podría generar una eyección de masa coronal dirigida a la Tierra, golpeando con tal fuerza que colapse la red eléctrica global durante horas o incluso días.

Los tres días de oscuridad

No hablamos de un apagón local. Hablamos de una cortina global, donde la energía se corta no por falta de petróleo o sabotaje, sino porque la ionosfera y los transformadores colapsan al mismo tiempo. En ese escenario, noviembre de 2026 se perfila como el mes donde la estadística y la profecía se cruzan:

Tres días sin comunicaciones.

Tres días sin satélites ni GPS.

Tres días donde el planeta quedará en silencio eléctrico, solo iluminado por velas, hogueras o la fría luz de las estrellas.

Los videntes medievales hablaban de tres noches largas; los mensajes marianos advertían que sería la última gran señal antes del castigo. Y lo inquietante es que, al mirar el calendario cósmico, el cálculo es claro: ese apagón en noviembre de 2026 sería el umbral inmediato al evento de 2027, el verdadero choque que marcará la historia del planeta.

¿Advertencia o preludio?

Para los incrédulos será solo un fenómeno natural. Para otros, será la advertencia final, el “ensayo general” de lo que viene. Los tres días de oscuridad serían entonces una señal cósmica, una advertencia sin intermediarios: la humanidad probando, por última vez, lo que significa perder la luz antes de que la catástrofe sea irreversible.

La ciencia lo llama tormenta geomagnética extrema. La profecía lo llama “el gran aviso”.
Ambas coinciden en un mismo punto de la historia: noviembre de 2026.

Ese será el instante en que la humanidad entienda que la oscuridad no es símbolo ni leyenda, sino realidad. Y que después de esos tres días, el reloj corre hacia el 2027, el año donde todo cambiará. — con Lily Guevara y 47 personas más.

Fuente: 29 de agosto del 2027 (Juanjo Eme). RRSS. 2025.