Grupo Investigación Insólita

Las Experiencias Cercanas a la Muerte

¿QUÉ PASA CUANDO MORIMOS? LA UNIVERSIDAD DE VIRGINIA LLEVA DÉCADAS INVESTIGANDO LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE

Charlottesville (EE. UU.) — Desde 1967, la División de Estudios Perceptuales (DOPS) de la Universidad de Virginia ha dedicado sus investigaciones a uno de los grandes enigmas de la humanidad: qué ocurre con la conciencia cuando el cuerpo muere. Este grupo pionero, financiado inicialmente con un millón de dólares por el inventor de la tecnología detrás de Xerox, es hoy uno de los pocos centros del mundo especializados en estudiar fenómenos como las experiencias cercanas a la muerte (ECM), los recuerdos de vidas pasadas o la telepatía.

El psiquiatra Bruce Greyson, quien dirigió la división entre 2002 y 2014, es uno de los investigadores más reconocidos en este campo. En la década de 1980 desarrolló la Escala de Greyson, un cuestionario de 16 ítems que permite clasificar y medir la intensidad de las ECM. Según sus estudios, publicados en revistas médicas a partir de los años 80 y 90, entre un 5% y un 20% de las personas que sobreviven a situaciones críticas reportan haber tenido estas experiencias. En pacientes cardíacos, la incidencia puede llegar al 20%.

En 1983, Greyson presentó ante la Asociación Médica Americana los primeros análisis sistemáticos de testimonios de ECM, hallando patrones recurrentes como la percepción de un túnel de luz, la sensación de flotar fuera del cuerpo y encuentros con seres fallecidos. Décadas después, en 2013, publicó un artículo clave donde demostró que estas experiencias no se ajustan a simples expectativas culturales o religiosas: personas de diferentes tradiciones han descrito fenómenos que no corresponden a sus creencias previas.

Más recientemente, en 2021, Greyson publicó el libro “After: A Doctor Explores What Near-Death Experiences Reveal About Life and Beyond”, que recopila más de 40 años de investigación y entrevistas a miles de pacientes. El volumen, traducido a varios idiomas, ha vendido más de 100.000 copias y reforzó el interés público por el tema.

Su colega y heredera en la investigación, la psicóloga Marieta Pehlivanova, ha continuado con nuevos proyectos. En 2022 presentó un estudio comparativo de más de 1.000 testimonios almacenados en los archivos de DOPS, señalando que quienes viven una ECM suelen experimentar cambios duraderos en su personalidad: menor miedo a la muerte, mayor espiritualidad y un sentido de conexión con los demás. Estos resultados fueron presentados en congresos internacionales de psicología y psiquiatría.

Aunque la explicación definitiva sigue en disputa, DOPS ha refutado varias hipótesis fisiológicas. Estudios realizados entre 2000 y 2010 descartaron que la hipoxia (falta de oxígeno) o la medicación intensiva sean responsables, pues pacientes con mayor oxigenación y menores dosis farmacológicas reportaron más ECM. Tampoco la teoría de las descargas eléctricas finales del cerebro explica los casos validados, donde algunos pacientes inconscientes describieron con precisión gestos médicos, como un cirujano que dirigía a su equipo moviendo los codos mientras mantenía las manos estériles sobre el pecho.

Hoy, DOPS cuenta con más de 2.500 experiencias documentadas en sus archivos, muchas de ellas validadas con datos clínicos o testimonios de testigos. Para sus investigadores, el desafío es lograr que la medicina reconozca la importancia psicológica de estas vivencias en los pacientes. “Los científicos no deben huir de lo que no entienden; debemos acercarnos a ello”, insiste Greyson.

Si bien gran parte de la comunidad académica sigue escéptica, encuestas recientes muestran que la sociedad está abierta a la posibilidad de que la conciencia trascienda al cuerpo: en 2023, un estudio del Pew Research Center reveló que el 83% de los estadounidenses cree en la existencia del alma o espíritu, y el 74% considera que la ciencia no puede explicarlo todo.

La gran pregunta sigue en pie: ¿qué ocurre al morir? Los investigadores de Virginia no afirman tener la respuesta definitiva, pero después de más de medio siglo de estudios, sus hallazgos sugieren que la muerte podría no ser el final.

Fuente: RRSS, Juan Antonio Caravaca. 2025.