Los Fenómenos Inexplicables del Triángulo del Adriático

Los misterios del triángulo del Adriático (1978)

Los misterios del triángulo del Adriático (1978)
Pescara, Investigación realizada por G.P. y G.S. de la sección CUN de Prato. Agradecemos al periodista Romano di Bernardo, que nos prestó apoyo durante todo el desarrollo de la indagación.
Los hechos de los que hablamos se desarrollaron principalmente en el tramo de mar que va de Ortona a San Benedetto y, tierra adentro, hacia el macizo del Gran Sasso.
Lo que sigue es una síntesis de lo ocurrido en el llamado triángulo del Adriático.
Todo parece comenzar en la noche entre el 13 y el 14 de octubre de 1978, con el hundimiento del barco pesquero Francesco Padre en las aguas de San Benedetto, naufragio en el que murieron los hermanos De Fulgentis. Una muerte extraña porque en sus pulmones no había agua. Este hecho sembró consternación entre los pescadores, creando un ambiente de alarma y miedo. Mientras tanto, comenzaron a producirse en el mar extraños fenómenos que aumentaron todavía más la tensión, entre ellos:
(Domenica del Corriere Nº 46 – 16 de noviembre de 1978)
• Columnas de agua que se alzaban de repente con el mar en calma y alcanzando gran altura.
• Perturbaciones de probable naturaleza electromagnética, que afectaban a los radares de los barcos pesqueros, a las comunicaciones por radio y a las brújulas.
• Esferas y globos luminosos de color rojo y blanco.
• Bengalas luminosas que se elevaban desde el mar.
• Objetos oscuros que viajaban a ras del agua.
• Auténticos objetos voladores no identificados, observados tanto en el mar como en el interior, como el que en Pietracamela (24/12/1978) provocó el bloqueo de una central eléctrica.
(L’Unità, 30 de diciembre de 1978)
Según la grabación realizada con el periodista y nuestro colaborador en Pescara, Romano di Bernardo, resumen de la situación:

«El 7 de noviembre de 1978 tuvo lugar la avistación de Pallanza (un pescador de San Benedetto), quien, de noche, mientras pescaba con su embarcación, vio una luz roja, un globo luminoso que permanecía estacionario en el mar, a la derecha del puente, a unos 700–800 metros. Era de un brillo tan intenso que molestaba la vista. Siguió a la barca durante un tiempo. En cierto momento el pescador dio la vuelta para regresar a tierra. Entonces pudo ver que había aparecido otra bola luminosa blanca, a mayor distancia, a la izquierda. El pescador decidió regresar inmediatamente. Los dos globos luminosos se desplazaron rápidamente a gran velocidad mar adentro, hacia el norte. Esta avistación fue confirmada también por otras embarcaciones.»

(Il Messaggero, 8 de noviembre de 1978)
La noche del 9 de noviembre de 1978, tras escuchar los testimonios de los pescadores, la capitanía envió al mar las patrulleras de Pescara y de San Benedetto del Tronto, ordenando al dragaminas Sandalo de Ancona y a dos patrulleras más dirigirse a la zona de los avistamientos para verificar las señales proporcionadas por los pescadores.
El 9 de noviembre de 1978, la tripulación de la patrullera CP 2018 observó algo. En las comunicaciones por VHF, el oficial declaró:
«… Parece una bengala luminosa de color rojo pálido que se eleva desde la superficie del mar con una inclinación de 45°…».
Ese tipo de “cohete luminoso” desapareció de la vista de la tripulación tras cuatro segundos. Cuando la CP 2018 llegó al lugar desde donde había partido, no había embarcaciones ni personas. Al mismo tiempo, las comunicaciones de radio estaban muy perturbadas y el operador del radar constató que el aparato estaba averiado. Este mismo fenómeno afectó a muchos pescadores.
El 12 de noviembre de 1978, durante las fiestas del patrón de Atessa (al sur de Pescara, provincia de Chieti), se vio un objeto brillante cruzar el cielo de la ciudad con rumbo noroeste → sureste, sin dejar rastro y tardando solo unos segundos en recorrer el arco visible. El fenómeno fue observado por miles de personas que en ese momento llenaban las calles.
(La noticia fue reportada también por el diario Il Tempo.)

En Chieti, a las 22:30 del 13 de noviembre de 1978, la central del 113 comenzó a registrar decenas de llamadas que señalaban avistamientos de objetos voladores no identificados. El mariscal Fornichetti y el agente Viola, de servicio nocturno en la sala operativa de la Prefectura, subieron al punto más alto del edificio. Notaron algo luminoso suspendido en la distancia, hacia el mar, en la vertical de Silvi Marina, que emitía haces de luz de distintos colores, alternativamente: azul, violeta, rojo, amarillo. Al mismo tiempo, otro objeto era perfectamente visible en dirección al Gran Sasso: también suspendido en el cielo, emitiendo un haz de luz intensísimo entre amarillo claro y blanco.
Mientras el objeto sobre el Gran Sasso permanecía inmóvil, el que estaba sobre el mar se elevó lentamente hacia el sureste hasta desaparecer.

Entrevista con el capitán del barco pesquero “Zeus I”
«Soy Sciarra Nicola. Era el 7/8 de noviembre y estábamos pescando entre Giulianova y Alba Adriatica. En cierto momento, mirando el radar, vi tres líneas. Una de ellas, hacia el oeste, era brillantísima. Nunca había visto algo así. Lo apagué porque parecía que iba a explotar. Cuando lo encendimos de nuevo, todo había vuelto a la normalidad.
— ¿Tiene usted alguna explicación para este fenómeno?
— Llevamos tres años con este radar y nunca habíamos visto una cosa así. No tengo idea de qué puede deberse. Quizá algo magnético.
— ¿Ha visto usted otros fenómenos?
— No, yo no he visto nada más. Dicen que han visto el agua levantarse, pero yo no lo he visto.
— Nos consta que aquí los pescadores ya no salen por la noche porque tienen miedo. ¿Qué hay de cierto?
— Sí, es verdad. ¡Muchos! Ahora han vuelto a salir, pero hubo un tiempo en que, al caer la noche, casi todos regresaban.»
Silvi Marina – Testimonio de Pasquale Orsini, del barco IGEA:
«Eran las 8 de la mañana del viernes 10 de noviembre cuando me despertó el maquinista Guido Ciaccio diciéndome: “El mar hierve”; y yo le respondí: “Déjate de tonterías”; pero él insistió: “No, de verdad.”
Entonces subí a cubierta y vi algo que no olvidaré jamás: el Adriático parecía una olla a punto de echar la pasta. El fenómeno duró cinco minutos. Luego, un cuarto de hora más tarde, se repitió. Una locura. Sentí la sangre helárseme como una botella de agua mineral en el frigorífico. Entonces dije: “Chicos, cabeza fría y volvamos al puerto.”»
(La Nazione, 13 de noviembre de 1978)
«El martes por la noche, 14 de noviembre, estábamos en la redacción y hacia las 22:45nos llamó un lector, que había llamado también al 113 y a la radio móvil de los Carabineros, con estas indicaciones: sobre una determinada calle de Chieti (via Martiri Lancianesi) estaba inmóvil un objeto no identificado esférico que emitía haces luminosos rojos y azules.

Fui al lugar para observar el fenómeno de cerca y también yo vi un objeto no identificado, mucho más luminoso y grande que las demás estrellas, más bajo que ellas, casi a la altura de las montañas, que parecía inmóvil, girando sobre sí mismo, lanzando visiblemente haces rojos y azules. Se encontraba justo sobre la vertical de nuestro punto de observación. El fenómeno duró unos tres cuartos de hora, luego el objeto se alejó hacia el mar.»
Durante otras tres noches consecutivas hubo nuevas señales de avistamientos en el cielo de Chieti.

El 16 de noviembre, el Trozza estaba pescando con redes de arrastre (ya tendidas), lo cual limita la velocidad del barco a tres nudos. En un momento dado, los hermanos Scordella y otro marinero vieron que la embarcación aumentaba la velocidad: una fuerza desconocida empujaba el barco a una velocidad estimada de once nudos, unos 20 km/h. El agua alrededor se volvió blanca. El fenómeno duró bastante tiempo, con la brújula bloqueada. Terminando el fenómeno, la brújula volvió a la normalidad. El barco, entretanto, había girado 45 grados respecto a su rumbo anterior.
Se formularon innumerables hipótesis para intentar explicar lo que estaba ocurriendo en el Adriático, pero ninguna logró ofrecer una comprensión satisfactoria.
No por casualidad se realizó también una interpelación parlamentaria por el honorable Falco Accame al presidente del Consejo de Ministros:
«Para conocer si está al tanto del estado de alarma creado entre las poblaciones de Abruzos y Marcas a raíz de la aparición de fenómenos no científicamente explicables reportados por la prensa y observados también por una patrullera de la Marina Militar; y para saber qué medidas piensa tomar para profundizar en la naturaleza de estos fenómenos y tranquilizar a las poblaciones afectadas.»
Pero todo quedó ahí.
Poco a poco, la situación volvió a la normalidad y los fenómenos disminuyeron hasta desaparecer por completo, tal como habían comenzado.