Relato: la sombra en la noche


Sombras y seres que nos acechan

Una noche como otra cualquiera, recuerdo que una sensación me invadió. Recuerdo que, por todo mi cuerpo, sentí un gran escalofrío que me paralizó. Estaba en la cama cuando sentí esa sensación y al girarme pude apreciar una sombra en la puerta de mi habitación. Me quedé paralizado, mirándonos sin más, y se marchó hacia el pasillo, pero yo no daba crédito a lo que vi. Pensé que era fruto de mi imaginación, pero no fue así.

Escuche ruidos por donde se fue la sombra y decido levantarme sin más. Al llegar no había nadie, pero sentía claramente que algo había en el ambiente. Algo me observaba, pero como referí, no había nadie. Estaba solo y aproveché en beber un poco de agua y volver a la cama. Pensé claramente que fue una alucinación sin más, pero estaba claro que esa sombra era muy real.

“Una visita inesperada por la noche. Seres que nos visitan y están presentes en nuestras vidas”

Cuando llegué a la cama volví a escuchar los ruidos. Ruidos y más ruidos, y abrí los ojos esperando que en cualquier momento volviera la sombra a aparecer. En ese momento volví a pensar que no fue imaginación, sino, más bien, era real. Seguí esperando al susto de ver de nuevo la sombra, pero no, el ruido seguía en el comedor como en la cocina. Me volví a levantar y al llegar al comedor, vi otra vez la sombra en la esquina del comedor —aluciné sin saber que qué hacer—.

Lo miré y le pregunté quién era, pero la sombra no respondía ni una sola palabra. Llegó un momento en que se desvaneció y esperé, pero no apareció. Seguía pensando que fue una experiencia algo surrealista y paranormal. Volví a ir a la cama, pero algo me agarraba tanto que no podía andar, perdiendo la fuerza en cada paso y en cada aliento.

“Ambiente raro, ambiente pesado. Parecía cómo una borrachera de algo que estaba en el ambiente, pero seguía pensando en ir a dormir sin más”

Llegué a la cama y me volví a hachar en ella quedando dormido. A día siguiente todo estaba correcto y en su sitio. Pensé que fue un mal sueño, pero, aun así, empecé a buscar información de casos de otras personas. Recuerdo comentar a los amigos lo que me pasó y sobre todo me comentaron que tuviera cuidado, esos seres o sombras, son entidades con malas intenciones. La protección es importante.

Pasaron días y no volví a tener esa visita rara y pensé que fue claramente fruto de mi imaginación. Los psicólogos así lo dicen. Las alucinaciones visuales y auditivas nos pueden jugar malas pasadas en todos los aspectos. Aun así, no las tenía todas conmigo, tenía la mosca tras la oreja de que algo pronto volvería a asomar frente a mi camino.

“Alucinaciones y realidades, ¿cómo saber qué es real y qué no lo es? Creo que son opciones difíciles de saber”

Pasaron varias semanas y la vida transcurría como siempre, con normalidad. En el trabajo venía personal a descargar con sus camiones y uno de ellos tenía algo especial, raro y oculto. Ese tipo me llamaba la atención con lo raro que era e incluso, en su mirada. Un día le descargué el camión y no hablaba, solo estaba pendiente de lo que hacía y me miraba muy atentamente hasta que rompió el silencio laboral y me dijo cómo llevaba las noches, si descansaba bien.

Era evidente que me chocó y más, dándome conversación directa sobre el asunto de lo ocurrido con la sombra, ¿cómo lo podía saber? Fue algo extraño. Con el paso de las horas, terminé de descargar y el hombre se fue sin más. Pero sabía que volvería y así fue. Al cabo de unas semanas hay, estaba de nuevo para descargar y encima para colmo me volvió a tocar con él. Algo me quería decir el destino.

“El chofer que sabía bien del asunto y experiencias que me ocurrió. ¿Por qué me ayudaba?”

Lo curioso del tema fue, que sabía de mí, pero le decía cómo era posible. El hombre era un poco reacio a hablar del tema, pero creo que algo sospechaba. Aun así, antes de irse, me comento que, tuviera cuidado con las sombras y con esas parálisis del sueño. Sobre todo, me comentó que me tenía que proteger —que la gente desconocía de estos temas y por eso se está perdiendo la fe en la humanidad—. Eso me hizo que pensar e incluso, por qué tenía incluso mala suerte u otros casos que conozco. ¿Casualidad? No lo creo. Por eso el mundo está como está y por eso la vibración mundial se cae por momentos. El hombre antes de irse me comento que no volvería a ir a descargar, que él terminaba su misión y que era, un enviado, un mero mensajero. Me miró fijamente, me dio la mano y se marchó sin más. Recuerdo que me quedé alucinado, no era un hombre normal y menos un camionero, y sí, no lo volví a ver más en la vida. Desde entonces me protejo y, sobre todo, creo y tengo fe en Dios —es la clave de la vida y del éxito—. 

Saludos a todos… Tener cuidado y no perdáis la fe y la luz divina, eso nos mantiene vivos. Espero que os haya gustado el relato

Miguel Ángel

«Música la Pasión de Cristo»

Únete a otros 247 suscriptores
Una única vez
al mes
Anual

Make a one-time donation

Make a monthly donation

Make a yearly donation

Elige una cantidad

€5,00
€15,00
€100,00
€5,00
€15,00
€100,00
€5,00
€15,00
€100,00

O introduce una cantidad personalizada


Apoya el Blog
Ayúdanos a crecer. Al hacer una contribución, nos estarás ayudando a crear historias que son importantes y, además, estarás disfrutando con contenido y otras cosas en el horno a punto de salir. ¡Gracias!

Your contribution is appreciated.

Your contribution is appreciated.

DonateDonate monthlyDonate yearly

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.