El fín del mundo en el año 999
Casi todas las religiones ponen un especial énfasis en el final del mundo, el final de los tiempos. Las creencias mayoritarias han utilizado la táctica de la cercanía del fin para conseguir nuevos fieles, nuevos adeptos a sus ideas y creencias, debido a que se les agotaba el tiempo.
Sin ir más lejos Jesús habló en numerosas ocasiones de esta segunda venida, de este final, y lo hacía de forma apologética e inmediata, incluso antes de que acabara la generación que en esos momentos vivía. Por suerte esto no sucedió, de momento. La iglesia cristiana continúa en la actualidad utilizando este miedo al final, a la vuelta de Dios y el juicio final, actualmente no se dan fechas de este suceso, simplemente se indica que está cercano, que tenemos que convertirnos para ser los elegidos en este juicio sumarísimo.
En siglos posteriores, esta creencia estaba mucho más arraigada, el cristianismo utilizaba su puño de hierro para castigar a los infieles, es por ello que estas creencias estaban muy extendidas y se daban por correctas, uno de los sucesos más extraños de la antigüedad es el que les narramos a continuación.
Corría el año 999 de nuestra era, numerosos vaticinios, profecías y leyendas atribuían a ese año como el último de la humanidad, al pasar la barrera del 31 de diciembre todo cambiaría, el final estaba cercano. Es por ello que las últimas semanas y los últimos días fueron de un desenfreno sin igual.
Según cuentan algunos historiadores muchas personas vendieron sus pertenencias, casas, terrenos y bienes y lo repartieron entre los más pobres, quizás así intentando redimir sus actos negativos. La noche del 31 de Diciembre miles de personas se arremolinaban en torno a iglesias y catedrales, lloraban, rezaban, confesaban sus pecados y lascivias, se perdonaban unos a otros los errores y malentendidos y poco a poco se acercaban las temidas campanadas.
Todos esperaban las trompetas del final de los tiempos, el fuego eterno, el Dios creador convirtiéndose en juez supremo, pero nada de esto sucedió, al 31 de Diciembre siguió el 1 de Enero y así ha sido hasta la fecha actual. Nada sucedió, excepto que algunos perdieron bienes y terrenos, y otros los ganaron.
Quizás el ser humano se comporte como tal sólo en situaciones extremas, donde su vida se ve amenazada, como en este caso, lástima que no se produzca todos los días un 31 de diciembre del 999.
Las Profecias de la gran pirámide de Egipto
Según algunos expertos piramidólogos, el interior de la gran pirámide contiene todos los datos, fechas y sucesos de la historia del hombre. Para conocerlo es necesario medir los túneles, pasadizos y cámaras de esta milenaria construcción y saber interpretarlos. Además debemos saber que la medida a utilizar no es el metro convencional –lógicamente no utilizado en la fecha de construcción de la Gran Pirámide- si no el “codo sagrado” que tiene una longitud de 0.635660 metros.
Como hemos dicho anteriormente, toda la historia está plasmada en el interior de esta mole de piedra, se iniciaría en la entrada, aproximadamente en el año 4.000 a.C. Tras este punto de inicio, nos encontramos con las fechas más destacadas de la historia del ser humano, el primer tramo es descendente, sería la pérdida de la inocencia y su degradación espiritual. En el punto donde se encuentran los corredores descendente y ascendente encontramos una fecha clave, el año 2.513 de la pirámide que corresponde con el 1486 a.C, fecha del éxodo de Israel.
Una fecha de gran relevancia es 1936, según algunos piramidólogos, éste habría sido el año del nacimiento del anticristo, por tanto sería el comienzo de una época nefasta. A pesar de los casi 70 años transcurridos, este anticristo no ha visto la luz, o por lo menos no lo conocemos… Finalmente la Gran pirámide data el final del mundo en una fecha entre el año 2001 y el 2030, fecha en que termina el mensaje escrito en la piedra.
No obstante, estas interpretaciones son subjetivas y muchos historiadores, egiptólogos y científicos no están en absoluto de acuerdo con ellas.
2030 sería el último año de civilización teniendo en cuenta que la pirámide se construyera en el 4.000 a.C, pero ¿y si se hubiera construido antes como algunos geólogos defienden?.
Profecías de las Sagradas Escrituras sobre el fin del mundo
“La tierra será sacudida, la tierra estallará, se agrietará, la tierra temblará, vacilara.” Isaías.
En la Biblia podemos encontrar numerosas profecías sobre el final de los tiempos, casi todos los libros sagrados de la iglesia católica nombra este final y explica como llegaremos al mismo con la lógica iconografía e iconos cristianos.
En el Evangelio de San Mateo podemos leer una cita en que Jesús al ver el templo Jerusalén les dice a sus discípulos que allí no quedará piedra sobre piedra. Los impacientes seguidores le preguntan por el fin de los tiempos a lo que Jesús responde que habrán de pasar muchas calamidades la tierra, guerras, conflictos, terremotos, pero que el final ha llegado aún.
“Cercano está el gran día de Yahvé, cercano y llega velozmente. Ya se oye el ruido del día de Yahve y hasta el valiente dará gritos de espanto. Día de ira será aquel día, día de tribulación y de angustia, día de calamidad, de miseria, de tinieblas, de oscuridad, día de nubes y de espesos nubarrones, día de trompetas y de alarmas contra las ciudades fortificadas y los altos torreones….”, “Por eso la maldición devora la tierra y quedará solamente un corto número.” (Isaías).
Profecías de San Malaquias sobre el fin del mundo
Es una lista de 111 lemas, cada uno de ellos dedicado a un papa concreto desde el año 1143 hasta el fin del mundo. Ésta lista comienza con Celestino II (1143) y termina con el que suceda al papa actual de la lista. Dice la profecía número 110:
“En la última persecución de la sagrada Iglesia romana reinará Pedro el romano, que apacentará sus ovejas en medio de tribulaciones; cuando éstas hayan terminado, lo ciudad de las siete colinas será destruida y el tremendo Juez juzgará a los pueblos”.
Según esta profecía cuando acaben los enfrentamientos, Roma será destruida y Dios juzgará a los pueblos, ese es el fin del mundo visto por San Malaquías.
Profecías de Nostradamus sobre el fin del mundo
Las profecías de Michel de Nostredame, al igual que las de la gran pirámide son ambiguas y de interpretación diferente según quién esté leyéndolas. Sí que es cierto que algunas de ellas tienen características similares a acontecimientos sucedidos cientos de años después, pero también es cierto que otras tantas nunca se cumplieron.
Otro aspecto importante en las centurias de Nostradamus es que según se alejaba en el tiempo sus profecías son menos concretas, difusas y difíciles de entender.
Otro aspecto importante en las centurias de Nostradamus es que según se alejaba en el tiempo sus profecías son menos concretas, difusas y difíciles de entender.
Nostradamos ofrece la fecha de 1999 como la del fin de los tiempos:
“El año 1999, séptimo mes, vendrá del cielo un gran Rey de espanto. Resucitar al gran Rey de Angolmois, antes, después, Marte reinará por buen dicha”.
Julio de 1999, una gran guerra… que nunca se produjo.
Casi todos los textos proféticos de Nostradamos indicando el fin del mundo nos llevan hasta el año 1999 o 2000, quizás vio un suceso inevitable que finalmente no se produjo, a lo mejor el tiempo le da la razón al bueno de Michel de Nostredame.
El final de los tiempos para los Testigos de Jehová
Como hemos comentado al hablar del final de los tiempos en el año 999, las religiones, sectas y pequeños grupos religiosos o pseudo-religiosos, utilizan y han utilizado el final de los tiempos como un arma para conseguir nuevos adeptos a sus ideologías, simplemente ha sido una forma de hacer proseletismo, ya que pocas pocas son tan temidas como el final del mundo.
La secta de los Testigos de Jehová han sido uno de los grupos que más han utilizado – y lo siguen haciendo – esta técnica, casi todos los adeptos que deambulan por calles y ciudades en busca de nuevos miembros suelen comenzar con la siguiente frase: “El final del mundo se acerca, sólo los elegidos se salvarán”. En la época moderna este final del mundo ha sido algo vago y poco concreto, quizás por miedo a volver a cometer los errores de antaño. Recordemos algunas profecías de los Testigos de Jeovhá referente a este fin:
1899 «… La ‘batalla del gran día de Dios Todopoderoso’ (Apocalipsis 16:14), que concluirá en 1914 d.C. con la completa ruina del gobierno presente de la tierra, ya ha comenzado. » The Time Is at Hand, p. 101 (edición de 1908).
1897 «Nuestro Señor, el Rey designado, está presente ahora, desde octubre de 1874.» Charles T. Russell, Studies in the Scriptures, Vol. 4, p. 621.
1916 «La cronología bíblica aquí presentada demuestra que los seis días de mil años que comenzaron con Adán han concluido, y que el gran Día Séptimo, de los mil años del reino de Cristo, comenzó en 1873.» The Time Is at Hand, p. ii, (prefacio).
1918 «Por tanto, podemos confiadamente esperar que 1925 marcará el retorno de Abraham, Isaac, Jacob y los fieles profetas de antaño, particularmente los mencionados por el Apóstol en Hebreos 11, en una condición de perfección humana. » Millions Now Living Will Never Die, p. 89
1922 «La fecha de 1925 es aun más claramente indicada por las Escrituras que la de 1914.» La Atalaya, 1 enero 1922, p. 262.
1923 «Nuestro pensamiento es que 1925 está definitivamente establecido por las Escrituras. Con respecto a Noé, los cristianos ahora tienen mucho más para basar su fe que lo que Noé tuvo para basar la fe de él un diluvio venidero.» La Atalaya, 1 abril 1923, p. 106.
1925 «El año de 1925 está aquí. Los cristianos han esperado este año con gran expectativa. Muchos han esperado confiadamente que todos los miembros del cuerpo de Cristo sean transformados a la gloria celestial durante este año. Puede que esto ocurra, o puede que no ocurra. A su debido tiempo Dios realizará sus propósitos concernientes a su pueblo. Los cristianos no debieran estar tan profundamente preocupados sobre lo que pueda ocurrir en este año.» La Atalaya, 1 enero 1925, p. 3. 1925 «Es de esperarse que Satanás trate de inyectar en las mentes de los consagrados el pensamiento de que 1925 marcará el fin de la obra.» La Atalaya, setiembre 1925, p. 262.
1926 «Algunos anticiparon que la obra concluiría en 1925, pero el Señor no afirmó tal cosa. El problema fue que estos amigos inflaron sus imaginaciones más allá de la razón, y cuando sus imaginaciones estallaron, se inclinaron a arrojar lejos todo. «La Atalaya, p. 232.
1931 «Hubo cierto grado de desconcierto por parte de los fieles a Jehová que están en la tierra, en lo concerniente a los años 1917, 1918 y 1925, desconcierto que duró por algún tiempo … y también aprendieron a dejar de fijar fechas.» Vindication, p. 338.
1941 «Habiendo recibido el don, los hijos militantes lo aferraron a sí, no como un juguete o entretenimiento para un vano placer, sino como el instrumento provisto por Dios para la obra más efectiva en los meses que restan hasta Armagedón.» La Atalaya, 15 setiembre 1941, p. 288.
1968 «Es verdad que en el pasado ha habido quienes predijeron un ‘fin del mundo’, y hasta anunciaron una fecha específica. Sin embargo, nada ocurrió. El ‘fin’ no vino. Estas personas fueron culpables de profetizar falsamente. ¿ Por qué? ¿ Qué faltaba? … Lo que le faltaba a esta gente eran las verdades de Dios y la evidencia de que él la estuviera usando y guiando.» ¡Despertad!, 8 octubre 1968.
1968 «¿ Por qué están esperando 1975?» La Atalaya, 15 agosto 1968, p.494.
Estos vaticinios no se cumplieron, incluso podemos leer como intentan desligarse de sus anteriores errores, y como muy bien indican posteriormente no deben darse nunca más fechas concretas, quizás no todo esté escrito finalmente.
Las Siete profecías de los antiguos mayas
Primera Profecía Maya
La primera profecía habla del final del miedo, dice: «que nuestro mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de diciembre del año 2012, (tiempo que ha venido acortándose por la misma aceleración del tiempo y esto da lugar a que dichos sucesos ocurran antes de esta fecha, unos 4 o 5 años antes) Para ese día la humanidad deberá escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo que todo está vivo y consciente, que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz. La primera profecía dice que a partir de 1999, nos quedan trece años, solo trece años para realizar los cambios de conciencia y actitud, de los que nos hablan para desviarnos del camino de destrucción por el que avanzamos hacia uno que abra nuestra conciencia y nuestra mente para integrarnos con todo lo que existe.
Los Mayas sabían que nuestro sol (ellos le llamaban kinich-Ahau ) es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla más intensamente, produciendo en su superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos, ellos dicen que esto sucede cada 5.125 años, que la tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación. Predijeron que a partir de este movimiento se producirían grandes cataclismos, para los mayas los procesos universales como la respiración de la galaxia son cíclicos y nunca cambian, lo que cambia es la conciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso hacia más Perfección.
Basados en sus observaciones los Mayas predijeron que a partir de la fecha de su civilización desde el 4 Ahau 8 Cumku es decir desde el año 3113 AC, 5.125 en el futuro o sea el sábado 22 de diciembre del año 2.012 el sol al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia cambiará su polaridad y producirá una gigantesca llamarada radiante. Para entonces la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los Mayas, transformando a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía, solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva era, un sexto ciclo del sol.
Los Mayas aseguraban que su civilización era la quinta iluminada por el sol kinich-Ahau, el quinto gran ciclo solar, que antes habían existido sobre la tierra otras cuatro civilizaciones que fueron destruidas por grandes desastres naturales, creían que cada civilización es solo un peldaño en ascenso de la conciencia colectiva de la humanidad. Para los Mayas en el último cataclismo la civilización había sido destruida por una gran inundación que dejó unos pocos sobrevivientes de los cuales ellos eran sus descendientes, pensaban que al conocer el final de esos ciclos, muchos seres humanos se prepararían para lo que venía, y que gracias a eso habían logrado conservar sobre el planeta a la especie pensante, el hombre.
Nos dicen que el cambio de los tiempos permitirá ascender un peldaño en la evolución de la conciencia y dirigirnos hacia una nueva civilización que manifestará mayor armonía y compresión para todos los seres humanos.
La primera profecía nos habla del tiempo del no-tiempo, un periodo de 20 años llamados por ellos un katum, los últimos 20 años de ese gran ciclo solar de 5.125 años, es decir desde 1.992 hasta el año 2.012.
Profetizaron que hasta ese tiempo manchas del viento solar cada vez más intensas aparecerían en el sol, desde 1.992 la humanidad entraría en un último periodo de grandes aprendizajes, grandes cambios.
Que nuestra propia conducta de depredación y contaminación del planeta contribuiría a que estos cambios sucedieran; la primer profecía dice que estos cambios van a suceder para que comprendamos como funciona el universo y avancemos hacia niveles superiores dejando atrás el materialismo y liberándonos del sufrimiento.
El libro sagrado Maya del Chilam Balam, dice: …»En el trece Ahau al final del último katum, el itzá será arrollado y rodará Tanka, habrá un tiempo en el estarán sumidos en la oscuridad y luego vendrán trayendo la señal futura los hombres del sol; Despertará la tierra por el norte y por el poniente, el itzá despertará».
La primera profecía anunció que siete años después del comienzo del último Katum, es decir en 1999, comenzaría una época de oscuridad que nos enfrentaría a todos con nuestra propia conducta. Dijeron que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos nosotros como una guía para despertar, ellos llaman a esta época como el tiempo que la humanidad entrara al gran salón de los espejos, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo, para hacer que entre al gran salón de los espejos y se mire, que mire y analice su comportamiento con él mismo, con los demás, con la naturaleza y con el planeta en donde vive. Una época para que toda la humanidad por decisión consciente de cada uno de nosotros decida cambiar, eliminar el miedo y la falta de respeto de todas nuestras relaciones.