ES SECUESTRADO POR EXTRATERRESTRES Y OBLIGADO A AMASAR Y COCINAR 1.200 PIZZAS
Un maestro pizzero de la localidad de Boulogne, en el Gran Buenos Aires, fue secuestrado la semana pasada por un plato volador camuflado de globo meteorológico y llevado a un planeta de otro sistema solar donde fue obligado a cocinar más de 1.200 pizzas en una bacanal alienígena.
Al parecer se trataría del planeta Gamma, regido por un malvado tirano emparentado con el senador Palpatine. El emperador Quiu-min, es famoso en todo el cosmos por las fiestas descontroladas que organiza en su palacio de jade y por ser un ferviente degustador de las pizzas argentinas.
Según pudo reconstruir días después en forma exclusiva para Enigmas de la Siensia, el pizzero Abdulio Mendoza fue levantado en plena vía pública a eso de las 2 de la madrugada, cuando regresaba a su casa tras una agotadora jornada de trabajo en la pizzería «Los hermanos peleados irreconciliablemente», famosa en el barrio no sólo por sus 55 especialidades de pizza sino también porque los dueños sólo se dirigen la palabra uno a otro por medio de las camareras, cocineros y, eventualmente, clientes.
De aquellos terribles momentos Mendoza sólo recuerda el ir caminando despreocupado por aquella calle en penumbras, cuando de repente un potente haz de luz llegado del cielo lo rodeó y se sintió literalmente absorbido hacia arriba. «Era como si te chupara una aspiradora gigante. ¡Me pegué flor de cagazo, porque los hijos de puta te lo hacen sin avisar!».
Una vez que tomó conciencia de que se hallaba en el interior de un plato volador, Mendoza recuerda que la primera idea que lo asaltó fue que sería sometido a todo tipo de horrendos exámenes médicos al evocar otras historias de abducidos y al verse sujeto por dos pequeños seres a una especie de butaca, cómoda, sí, pero de claros sesgos quirúrgicos. Sin embargo, en cuanto el ovni se puso en marcha (en cuestión de segundos) nadie se preocupó más de Mendoza hasta llegar a Gamma, un planeta perdido en la constelación de Cassiopea.
Allí, el joven de Boulogne fue obligado a amasar y cocinar más de 1.200 pizzas de todos los gustos (ver foto), para alienígenas de diversas galaxias que habían asistido al cumpleaños 4.320 del emperador Quiu-min.
Cuando consultó a un pequeño gris de dónde habían obtenido la harina de trigo para hacer tantas pizzas, el extraterrestre respondió: «¿Pero qué te pensás que vamos a hacer nosotros a los campos de cultivo de la Tierra? Los dibujitos se los dejamos para distraerlos y que no se den cuenta de todo el trigo que les choreamos. Ya nos pasó que más de un granjero nos corrió a escopetazos».
Una vez que la fiesta hubo concluido, Mendoza fue llevado a una pequeña habitación donde fue obligado a mantener relaciones sexuales con una alienígena pequeñita, del planeta Melman. «Ya que te trajimos hasta acá a hacer turismo, con algo tenés que pagar. Al menos sé útil para nuestros experimentos genéticos», le dijo el mismo extraterrestre después del acto, antes de empujarlo dentro del plato volador.
Como corolario a tan extraordinaria aventura, el pizzero fue abandonado en Rawson, a más de 1.400 kilómetros de su hogar. «Disculpá, flaco, ¿sabés que pasa? –le dijeron los alien–, si vamos hasta Boulogne nos vamos a quedar sin electromagnetismo y después tenemos que recorrer medio planeta buscando una tormenta para cargar este cascajo. ¡Nos vemos!».
A raíz de aquella experiencia Mendoza se dio cuenta de que daba para mucho más, así que dejó su trabajo en «Los hermanos peleados irreconciliablemente» y abrió su propia pizzería. Dicen algunos que en ciertas noches claras se suelen ver extrañas luces sobrevolando el local.