Un misterio ardiente: las combustiones espontáneas…


Entre los fenómenos extraños y espectaculares que no siempre han encontrado una explicación, la combustión espontánea ocupa un lugar especial. La combustión espontánea es un fenómeno que se observa cuando una persona prende fuego sin razón aparente y repentinamente. La temperatura puede alcanzar los cien grados y la desgraciada víctima se convierte en un cadaver carbonizado o en un montón de ceniza en pocos minutos. Por el momento, la ciencia choca contra el misterior ardiente de las combustiones espontáneas.

Lo más curioso en la combustión espontánea es que, frecuentemente, las personas no mueren durante un incendio y son encontradas en un entorno casi intacto.
Han sido constatados un cierto número de casos y la medicina permanece dubitativa frente a este fenómeno. No obstante, se encuentra una definición en el Diccionario  de Medicina Usual bajo la pluma del doctor Lagasquie: « Combustiones espontáneas :  accidentes extraños pero verificados, en los cuales, con o sin la presencia de una materia cualquiera en ignición, un cuerpo humano en buena salud se imflama, se quema parcialmente y se consume casi en su totalidad ».

¡Cuerpos que queman desde el interior!
Se reconoce un caso de combustión espontánea cuando una persona arde desde el interior sin la intevención de ningún elemento exterior. Mientras que, a menudo, el cuerpo es reducido a cenizas, no hay, sorprendentemente, rastros de comubustión salvo en un pequeño perímetro alrededor del cuerpo. Los objetos circundantes parecen quemados por la combustión del cuerpo pero, en ningún caso a causa de un incendio exterior o por su propia combustión.

Dos tipos de testimonios
Los casos de combustión espontánea han sido recogidos de dos formas: de una parte, por el descubrimiento a posteriori de cuerpos calcinados en extrañas circunstancias. Por otra, de los relatos de testigos presenciales que han asistido al fenómeno.
En el primer caso, los cuerpos calcinados han sido encontrados sin que se hubiese declarado ningún incendio. ¡Los cadáveres han sido descubiertos parcial o enteramente reducidos a cenizas en entornos sin rastro de la menor llama!
La combustión espontánea es un misterio tanto más extraño si tenemos en cuenta que, es necesario una temepratura elevada para quemar un cuerpo. En estas condiciones, es difícil explicar científicamente cómo puede un cuerpo humano alcanzar una semejante temperatura por sí mismo sin combustible o desencadenantes exteriores.
El otro caso de señalamiento de combustión espontánea proviene de testigos oculares. Estas personas describen haber visto la víctima prender fuego de golpe, en una situación normal. Pero nunca es a causa de un incendio o de la presencia de llamas, de una chimenéa o de una hoguera en donde se queme leña o cualquier otra materia combustible como gasolina o alcohol.
¡La víctima parece entrar en trance, inflamarse rápidamente y ser reducida a cenizas completa o parcialmente en unos minutos! Curiosamente, pero muy raramente, ha sucedido que la persona sobrevive si este incendio « interior » que la consume se extingue a tiempo. Esto es lo que le ocurrió a una joven que habría prendido fuego en plena discoteca en los años 80 y que ha sobrevividos a sus heridas. Ella ha tenido solo una ligera combustión espontánea. Pero los casos de supervivientes son extremadamente raros por desgracia.

Los casos más antiguos
El primer caso que se conoce se remonta al siglo XVI, en el que un caballero, de nombre Polonus Vorstius se habría inflamado repentinamente en Milán, en Italia. Otro caso fue referido en la misma época en Dinamarca, donde una persona habría muerto después de haberse puesto a escupir llamas sin razón aparente. Otro caso espectacular es el de la condesa Cornelia de Bandi de Cesena que ha tenido lugar en 1731. La desgraciada ha sido descubierta reducida a cenizas en su habitación, con sus piernas intactas y parte de la cabeza. ¡Ella se habría ido a dormir después de cenar y fue encontrada en este estado la mañana del día siguiente en su habitación llena de hollín pero sin ningún rastro de inicio de incendio!

Los casos más conocidos
Entre las combustiones espontáneas más espectaculares, se pueden señalar por orden cronológico:
1725 : los restos calcinados de una tal Sra. Millet son descubiertos en Reims (Francia). De entrada se ocusa a su marido de haberla asesinado antes de reconocerlo como un caso de combustión espontánea ante la rareza de la combustión.
1782 : una mujer anciana es encontrada calcinada en su casa en Caen en Francia.
1885 : en la Navidad de ese año, un cierto Patrick Rooney es descubierto en su cocina con el cuerpo reducido a cenizas, en Inglaterra.
1938 : una joven mujer se inflama espontáneamente en Chelmsford (Inglaterra).
1958 : un hombre arde en su camión sin razón aparente (Inglaterra).
1966 : un médico de Pensilvania (USA) es descubierto completamente carbonizado en su cuarto de baño.
1977 : una mujer es encontrada reducida a cenizas en su habitación en Uruffe (Francia). Solo quedaron intactos los miembros inferiores y superiores.
1980 : una inglesa se inflama espontáneamente en una discoteca en Darlington (Inglaterra).

Algunos intentos de explicación científica
Los casos de combustión espontánea no han encontrado por el momento, una explicación científica. Después de varios años, grandes especialistas médicos, patólogos, policiás científicos y expertos en piromanía se han rendido ante este sujeto, sin conclusiones satisfactorias.
Entre las hipótesis más plausibles, dos en particular parecen interesantes.
La primera hipótesis es la de un anciano investigador de policía americano, John Heymer, que ha emitido la posibilidad de que el cuerpo humano se inflamara sin causa exterior tras una combustión repentina de hidrógeno en el interior de las celulas humanas.
Según la segunda hipótesis, sostenida por un cierto número de científicos, la combustión espontánea sería el resultado de una disfunción a nivel de las células mitocondrias. Las mitocondrias tienen como función transformar los alimentos en energía para nutrir el cuerpo humano. ¡Un problema en esta transformación entrañaría una pequeña deflagración en una mitocondria que se propagaría a continuación a las otras mitocondrias por una reacción en cadena hasta inflamar el cuerpo en su totalidad!

¡Espantosa conclusión!
En definitiva, estas tentativas de explicación no son más que hipótesis que no han recibido por el momento, ningún respaldo científico.
La combustión espontánea permanece pues, como un fenómeno misterioso y espantoso. En efecto, aunque si desde los primeros casos en el siglo XVI, han sido referidos solo 55 casos de combustión espontánea verificados, no es menos sorprendente que todavía permanezca inexplicable.

Enlace de fotos de lo mismo…

http://www.google.es/search?q=combustiones+espontaneas&hl=es&prmd=ivns&source=lnms&tbm=isch&ei=T7y6TbPpPMKa8QOR1u28BQ&sa=X&oi=mode_link&ct=mode&cd=2&sqi=2&ved=0CBAQ_AUoAQ&biw=779&bih=382

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