Cuando el infortunio te toca o llama a la puerta…
¡Hoy toco! Hoy al parecer toco la vida golpear como en la narración de la película de Rocky 5 —donde la vida pega duro—, ya no solo lo que pegue si no lo que uno pueda soportar. Ya por lo que parece, solo anda uno actualmente, pero sin olvidar que seguir caminando o en movimiento es la única opción de poder respirar y saber que, estás vivo. Nunca pensamos cuando nos toca, cuando tocamos fondo o eso parece. Es algo muy duro de comentar —me cuesta— es algo muy difícil de saber y poder explicar. Ahora mismo a mí me está costando hacerlo entre lágrimas, pues son lágrimas de poder soportar esos dichos golpes de la vida donde siempre, nos dejan un poco de respiro.
Qué pena tengo que alguien tan especial, está algo esquivo, algo enfadado, algo triste, algo muy difícil de expresar para vosotros amigos lectores, pero el corazón lo tengo partido. Espero que, algún día vuelva a mirarme como siempre hacia con esa sonrisa, tan guapo como siempre.
No puedo escribir mucho más, pues las lágrimas me tapan la pantalla y me empañan los cristales de mis gafas. Seguro que, algún día saldrá el sol, hoy como veo actualmente, está en el ocaso (esperando un día más para que salga). Seguro que, cuando así lo haga lo volverá a iluminar todo como siempre lo hace, ese sol, esa luz, esos pájaros y esa vida que nos pasa y no nos damos cuenta. ¡Lástima! Pero volví a fallar, y eso me duele. Ahora mismo pienso en seguir adelante y sin pensar que nadie, pero nadie me hace arrodillar como la vida, esa vida que nos golpea y nos deja sin aliento.
Podríamos decir que, podría ser depresión y esas cosas que nos pasan a los seres humanos, pero si nos sentamos y esperamos (eso mismo seguirá adelante), por ello, yo mismo seguiré andando pase, lo que pase. Es cierto que siempre tenemos a alguien que nos protege ¡Vaya si es real! Ahora como veo, toca un poco de penitencia a mi forma, a mi manera de hacer. Siento mucho estar como estoy, pero no puedo hacer nada más.
Hace unos días charlé con una amiga y gracias a otros pocos más, sigo respirando, pero yo rudo de mí pensaba que no existía un mañana ¿Curioso pensar eso y venir de mi verdad? Pues sí, nadie está exento de cosas extrañas que como muy pocos sabemos, esas fuerzas nos rondan y esperan poder darnos donde más nos duele, hoy, me toco a mí —aprovechando unas circunstancias y dejando huecos de debilidad hacia la oscuridad—.
Nos os preocupéis por mí, gracias a los pocos que así lo hacen, pues estoy muy agradecido. Ahora toca seguir buscando la luz al final del túnel y volver más fuerte que nunca —como el ave fénix—. Es verdad que las circunstancias sociales nos someten en muchos aspectos y por lo que veo, se hacen más fuertes. El mal ya casi reina en todas las cosas que hoy en día conocemos y nadie, pero nadie, se dio cuenta. Si, la oscuridad está más fuerte que nunca.
Para terminar, que sepáis que como muchas veces digo (ya sea escrito o vídeos o directos) nadie, pero nadie está exento de vivir algo así. Por ello, siempre tenemos que estar en guardia para poder sobrevivir a todo tipo de ataques del infortunio que como bien sabemos, es el mal o la oscuridad en estado puro. Suerte.
Saludos y se os quiere.
Miguel Ángel Pulgarians