Torsis y la caída a la lona
Cuando las cosas no vienen solas suelen ocurrir accidentes y uno, besar la lona. Desde el jueves pasado día 27 de octubre del 2022, sufrí un accidente que en los próximos días me traerán de cabeza en todos los aspectos, pero ¡qué suplicio, Dios mío! Ahora os iré contando la odisea hasta el día de hoy.
Resulta que el dicho jueves tuve un accidente laboral donde la torsis llamo a la puerta, pero no fue tobillo ni rodilla, fue evidentemente «tibia y peroné». Al hacer una posición extraña y ese giro, la pierna derecha no soporto el asunto cediendo el hueso y escuchando un estruendo como un «Crac» donde se partió tanto la tibia como el peroné.
Bueno, bueno, ojo lo que duele y lo cruel que puede ser quien te toca para ayudarte. Pues bien, por parte de compañeros, bien en llamar a los servicios de emergencias y a la llegada del mismo, bien también. Los sanitarios muy bien —»TES» Técnicos en emergencias sanitarias— donde me trataron, me movilizaron y me trasladaron al hospital. Ya ese traqueteo fue algo infernal, el dolor de la fractura sin palabras, la verdad.
Llegando al hospital sería los premios Goya, muy interesante que siendo un hospital comarcal y siendo, un segundo nivel por tener quirófano, hagan sus gestiones a pelo, es decir, no usaron nada de medicación para el dolor y tocando la fractura que tenía sin piedad. Ni los de rayos x que fue algo menos doloroso y la prueba reina, enfrentarse al traumatólogo que sin nada de medicación (me tocó, me movió, me enyesó y coloco el hueso sin nada de analgesia), todo un gran campeón como médico de trauma, ¡Bravo! Espero que el karma le enseñé a él y su familia a ser mejor persona y compasivo. ¡Cabrito!
Vaya caos desde el accidente. Tenía frío, desorientado, muy destrozado. Nunca tuve una experiencia como esa, pero la verdad que siempre existe una primera vez para todo, cierto. Solo sé que, lo pasé francamente mal. No deseo esta experiencia ni a mi peor enemigo.
Ahora me esperan mínimo 120 días de baja con operación incluida. Y ya ni os cuento una vez operado, la cantidad de energías que se movían en la habitación que estaba hospedado de la clínica, ¡brutal!
Con el paso de los días fueron desapareciendo dichas energías de todo tipo. Creo que, el próximo artículo, lo comentaré. Las energías, suelen estar casi presentes en nuestro día a día, ¿no visteis alguna vez energías o cosas con el rabillo del ojo? Pues, ese es el comienzo o parte de muchas otras cosas que se suelen ven sin usar el rabillo del ojo, vamos, con la visión normal.
Saludos a todos y estaré un poco apartado del asunto mientras me recupero. Pero sí, seguiré publicando cosas, besos a todos.
Miguel Ángel