Experiencia paranormal

Ouija

Hoy comentaré una experiencia paranormal con la ouija que tuve. El tablero diabólico donde muchos lo mencionan y que ven como algo normal o como incluso, un juego sencillo y sin peligro. Pues sí, con el paso de los años, muchos conocidos me decían que era normal y que no era tan peligroso como creía.

Tristemente, de esos también sintieron en sus carnes experiencias paranormales con la ouija y sí, es peligrosa en que digan que no. Se sabe que con un médium sería diferente porque tiene el control o eso creemos. Contar que, no se sabe con quién conectas y siempre tienen más poder que nosotros, por eso, el médium podría llevarse una sorpresa.

Mi experiencia paranormal y por cuál, ni en pintura quiero ver, fue un día donde con unos amigos y mi primo decidimos comprar una para jugar. En esa época tenía 18 años y pronto me tendría que ir al servicio militar. Pues bien, compramos la tabla y nos fuimos, pero en eso dijimos quien se quedaba con la tabla.

Como no, al final me quedé con ella y al llegar a casa la metí en el armario —debajo de unos juegos de mesa que tenía—. El grupo y mi primo quedamos un día para usarla, pero mientras tanto, deje la tabla en el mueble. Pasaron varios días y en donde charlando, pensemos en usarla pronto, pero los días fueron pasando y llegó la carta de ir al servicio militar.

El servicio militar me tocó hacer casi un año, el destino, en las Islas Canarias, en concreto en la isla de Fuerteventura. Hasta ahí todo bien, pero con todo el lío me olvidé de la tabla y los amigos como mi primo, también. Recuerdo que antes de ir al servicio militar en casa ya estaban pasando cosas raras y eso que ni la use la tabla diabolica. Al parecer la ouija se activa sola o manifiesta sola —la tabla seguía en el armario escondido bajo esos juegos de mesa que tenía—.

La cuestión, pasaron algunos eventos en casa y llegó el día de ir un día de los enamorados en febrero al servicio militar. Con el paso de los meses en Fuerteventura no pasó nada evidente y si un evento ovni que ya conté en anteriores artículos. Pues bien, llego un día que tenía permiso de un mes para ir a casa y me marche. Pero no olvidaré una cosa, recuerdo antes de ir de permiso que mis padres, mi madre, dijo que pasaban cosas raras e incluso, tuvieron un pequeño accidente con el vehículo —igual es casualidad— pero no lo creo.

En el camino todo correcto y con ganas de llegar a casa —llevando meses sin ver a nadie y familiares— haciendo algunos transbordos. Ya estaba llegando a Barcelona con muchas ganas de ver a los familiares y si, así fue, estaban todos esperando mi llegada. Bueno, todo bien hasta que llegue a casa. «No tenía ni idea de ouija ni de experiencias paranormales que muchas personas experimentan»

Cuando llegue a casa mi madre me seguía diciendo algunos temas raros que ocurrían en casa —golpes, en accidente con el vehículo y desempleo— todo parecía que había algo en el ambiente que pasaba. Esto último, lo veremos ahora, así que, pasaron los días y por las noches, note sensaciones raras y si, algunos golpes brutales, como el que pega con la mano con fuerza en una puerta. A mí me despertaba, pero pasaba de todo y seguía a lo mío.

En algunas semanas seguían los eventos por la noche y una mañana le comenté a mi madre que algo había en la casa —sin olvidar— que no me acordaba de la tabla ouija porque pasaron muchos meses, ¡que sabía yo! Verdaderamente, ni me acordaba de ella. Claramente, pasaron los días y tuve que volver al servicio militar otros meses más, donde llegó, el mes de noviembre, donde me licencié y volví a casa. Ahora llega lo bueno…

Al llegar a casa e instalarme, note un ambiente cargado de maldad, seguía sin acordarme de la ouija bajo los juegos de mesa en el mueble y ya por las noches el asunto cambio. La cosa es que cada vez las manifestaciones fueron a más, me tocaban, soplaban en la cara, me tiraban de la manta, y más. La verdad que alucine cuando algo me tocaba la cabeza —pensando que era un bicho— y al levantarme con la luz encendida no había nada. Luego, al poner la oreja encima de la almohada, se escuchaba debajo de ella, como algo moviéndose, toqué, no había nada.

Bueno, fue un sin fin de cosas que al final, una noche, me salía hasta el vaho del frío que hacía. Una mañana hablando con mi madre me llegó un flash donde me llegó la imagen de la ouija y le dije a mi madre, ¡la tabla ouija! Reaccionando y mi madre se asustó diciendo que la tirase. Así que, fui a buscar a mi primo para qué la guardase y en el trayecto a su casa me pasaron mil cosas en el coche, hasta aire dentro del mismo, con las ventanillas cerradas, también, soplidos en la cara. Vaya calvario con la ouija.

Aun así en las experiencias paranormales, el asunto seguía apegado a mí y como dije anteriormente, nunca use la tabla ouija y eso que solo la guarde. Me llegaron a decir expertos, que se manifiestan solas, tela. Lo siguiente fue más manifestaciones en casa y cada día más. Me llegaron a tocar e incluso, llegaron días que mi madre tenía que dormir en mi regazo con 19 años por miedo. Mi madre también noto cosas y tuve que poner remedio porque fueron 3 meses sin poder dormir por las noches y gracias a una amiga médium, me quito un supuesto espíritu burlón.

Así que amigos, tener cuidado con lo que hacéis, pues la ouija no es lo que parece y de verdad que se pasa muy mal. No será el primero que viene a pedir consejo de ello.

Bueno, aquí otra experiencia paranormal que tela, eso es para vivirlo.