La chispa divina en nuestros corazones
Seguramente me dirán o pensaréis que estoy chiflado por decir que creo en Dios, creo en Jesús, ¡sí creo! Pero no en la iglesia, pues Dios lo tenemos o lo llevamos todos dentro de nosotros —en los corazones—. Si es verdad que es difícil suponer en un Dios que permite que ocurran estas cosas en la vida, sin embargo, no olivéis que tenemos libre albedrío y lo que nos ocurra es por nuestra voluntad y no por él.
Siempre que caminemos, siempre tenemos que penar en él, él nos sustenta. No hace falta leer la biblia ni ir a la iglesia para ser mejor persona y que incluso, dios nos ame. Él ya lo hace.
Hagamos lo que hagamos, esa chispa divina reside en cada uno de nuestros corazones, no obstante recordar una cosa, también el corazón se oscurece y la conexión con él se pierde.
Tengo motivos de amarlo, tengo motivos de creer en él y muchas más cosas —experiencias—, llegue a presenciar cosas que pocos lo entenderían, el amor, su presencia, su calidad de Dios, y mil cosas más. Es algo brutalmente real, pero solo lo ven quien al parecer tienen un corazón noble o como suelo decir (una cobertura o wifi óptimo) para poder estar en contacto con él.
Suelo llamarlo así porque realmente es así, cuanta más conexión tengamos con el mejor será, sin embargo, si somos lo contrarío nos perderemos dejando el corazón oscuro o negro como el carbón. A esto lo llamo también como un pescador (cuanto más profundo llegue tu anzuelo más peces tendrás, no obstante, si únicamente el expresado anzuelo está en la superficie, raro será que pesques algo), la conexión es importante en todos los aspectos.
«En fin, que sepáis una cosa, dios te ama, nos ama y siempre estará ahí, únicamente tenemos que llamarlo y pedir, fin de la historia.«
Saludos a todos.
Miguel Ángel.
Grupo Investigación Insólita 